Las autoridades brasileñas se mantienen alerta ante el preocupante incremento de casos de microcefalia en recién nacidos, causados, en parte, por la propagación del virus Zika en todo el país y gran parte del Caribe.
Según el último reporte epidemiológico del Ministerio de Salud de esa nación, al menos 134 niños han llegado al mundo con esta patología de los que falleció uno por complicaciones propias del virus.
El despacho reconoció las dificultades que implica la detección del Zika, ya que más del 80 por ciento de infectados no manifiestan señales o síntomas agudos.
El total de casos de microcefalia este año en el gigante suramericano asciende a 2 mil 401, de los cuales 102 no fueron asociados al virus. Otros 2 mil 165 pacientes aún son examinados para determinar el origen de la enfermedad.
Los estados de Espírito Santo, Mato Grosso, Minas Gerais, Pará, Sao Paul, Río Grande do Sul, Pernambuco, Río Grande do Norte, Paraíba, Sergipe y Ceará encabezan la lista de regiones con el mayor registro de casos de microcefalia provocados por el Zika.
Ante este panorama, la Agencia de Salud Pública del Caribe confesó la incapacidad de la región para detener las enfermedades transmitidas por los mosquitos, a pesar de los grandes esfuerzos en otras patologías brotes similares como el dengue y el chikungunya.