El presidente brasileño, Michel Temer, ha presentado este lunes una polémica propuesta de reforma al sistema de pensiones, en medio de un plan de austeridad en el país.
Según ha informado el ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, las modificaciones incluyen determinar una edad de jubilación mínima de 65 años para los hombres, rebajar los beneficios de pensiones por muerte y aumentar las contribuciones a la seguridad social que pagan los empleados públicos.
La reforma del sistema de pensiones impulsada desde el pasado mayo, cuando Temer asumía la presidencia, fue rechazada en varias ocasiones por los movimientos sociales del país sudamericano, que amenazan con realizar manifestaciones para bloquearla.
Estas iniciativas serán discutidas con los líderes parlamentarios y sindicales del país antes de ser presentadas el martes al Congreso, donde serían debatidas por varios meses.
Temer también busca cortar los gastos de la seguridad social del país, que superan cerca de un 40 % del gasto primario del Gobierno, que se considera la mayor amenaza a las finanzas del país en el futuro.
Muchos estados, incluyendo el anfitrión de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro, postergaron los pagos de pensiones, en medio de una gigantesca crisis fiscal que amenaza con demorar aun más la recuperación de la economía brasileña.
El mandato de Temer, que cumple cerca de siete meses frente al Gobierno tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, ha estado marcado por críticas a sus medidas económicas y polémicas decisiones como haber impulsado una enmienda constitucional que congela el gasto público por 20 años.
Además, tanto Temer como importantes miembros del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) están bajo investigación por presuntamente haber recibido sobornos en el escándalo de corrupción que involucra a la petrolera estatal Petrobras y tres de los ministros de Gabinete renunciaron tras ser acusados de irregularidades.