¿Será suficiente?|Bruselas insta a los Estados de la UE a acoger hasta 120.000 refugiados

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instó hoy a los países de la Unión Europea (UE) a aceptar una «justa» redistribución de al menos 100.000 refugiados y a doblar sus esfuerzos, también en términos de financiación.

«Aceptar más refugiados no es el único, pero sí un importante gesto de solidaridad real. Una distribución justa de al menos 100.000 refugiados entre los Estados miembros es lo que, de hecho, necesitamos hoy», dijo Tusk tras su encuentro en Bruselas con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.

Hasta ahora, los países de la UE se han comprometido a compartir a unos 32.000 solicitantes de asilo procedentes de Italia y Grecia, una cifra que no llega a la propuesta de la Comisión Europea de 40.000. Se prevé que el Ejecutivo de la UE realice una nueva propuesta la próxima semana.

Tusk pidió construir centros de acogida cerca de las zonas de guerra y «fuera de Europa, donde ya existen campos de refugiados», y también dijo que los líderes de la UE deberían estar dispuestos en la próxima cumbre a comprometer mucho más dinero para la crisis migratoria.

La cifra propuesta por Tusk se queda corta respecto a la que la Comisión Europea propondrá la próxima semana a los Estados miembros: reubicar unos 120.000 refugiados. Esa es la cifra que avanzará, segun Reuters, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el próximo miércoles 9 de septiembre, durante el discurso sobre el Estado de la Unión en el pleno de la Eurocámara. Son «varias propuestas» en las que llevan trabajando durante el verano, «incluido el mecanismo de reubicación permanente», han explicado.

«Muy posiblemente habrá otra propuesta de reubicación temporal sobre la mesa a la luz del aumento notable de llegadas en Hungría, Grecia e Italia. Unos 120.000 es el tipo de dirección en la que queremos ir», han precisado las fuentes consultadas, que han explicado que la cifra «exacta» todavía está «en discusión».

«Habrá una cifra ambiciosa», han asegurado a Europa Press fuentes europeas, que han manifestado «sorpresa» por el anuncio del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y han aclarado que, al margen de la nueva propuesta, «la propuesta de los 40.000 sigue sobre la mesa» desde mayo.

EL ULTRACONSERVADOR ORBÁN, A LO SUYO

Pero ni el mensaje de Tusk ni el de la Comisión Europea parecen tener mucho eco en el primer ministro húngaro: Orbán afirmó en Bruselas que el problema de los refugiados «no es europeo, sino alemán», y explicó que no deja que esas personas abandonen Hungría porque tienen que ser registradas tal y como exige Berlín y Viena y las regulaciones.

«Entre nosotros, el problema no es europeo; es un problema alemán. Nadie quiere permanecer en Hungría. No tenemos ningún problema con los que quieren quedarse, pero nadie quiere permanecer. Tampoco en Eslovaquia, ni en Polonia ni Estonia. Todos quieren ir a Alemania y nuestro trabajo es registrar» a los refugiados, recalcó tras una reunión con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, con el que también se vio durante su visita a Bruselas.

Orbán subrayó que las regulaciones como el código Schengen, el sistema Dublín y Frontex dicen «claramente que el control de las fronteras externas es la responsabilidad y la obligación de los Estados miembros», y los jefes de Estado y de Gobierno de la UE recalcaron en la última cumbre esa necesidad.

Según opinó Orbán, Schengen está en «riesgo» en estos momentos y por ello su país está tan comprometido con proteger las fronteras, y sostuvo que lo que está ocurriendo «es una vergüenza, un caos y no es europeo».

En su opinión, sin un control estricto de las fronteras se «invita» a los refugiados a venir a Europa.

«No puedes pasar por una frontera, irte a una estación de trenes, corear el nombre de Alemania y el nombre de Angela Merkel y obligar a la policía húngara a salirse de las regulaciones europeas. Si el control es eficaz en la frontera, bien. Si no, se hace en otro lugar», incluso en las estaciones, señaló.

Orbán igualmente se refirió al paquete legal que debatirá hoy el Parlamento húngaro que establece penas de cárcel por entrar de forma ilegal en el país, y al levantamiento de una «barrera física» en referencia a la alambrada y la valla que construye su país para impedir la llegada masiva de refugiados y migrantes.

«Todo esto junto puede crear una nueva situación en Hungría y Europa a partir del 15 de septiembre», afirmó, y explicó que su Gobierno informará durante una semana a los demandantes de asilo, a los traficantes, a los países vecinos de la nueva regulación y de cómo pueden ingresar al país y cómo no.

F/Publico.es
F/EFE