El robo de combustibles en México se redujo en un 91 por ciento en 2019 gracias a la acción coordinada de las instituciones del gobierno para combatir el ilícito, informó este martes el director de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero.
Al realizar un balance de la estrategia emprendida desde finales de 2018, Romero expuso que la pérdida de combustible se redujo a 1,8 millones de barriles el año anterior, desde los 20,4 millones de barriles que se registraron en 2018.
Ello representó un ahorro de 56.000 millones de pesos (poco menos de 3.000 millones de dólares) en lo que respecta a los poliductos y de 1.900 millones de pesos (poco más de 100 millones de dólares) en lo que respecta a gas licuado, indicó el titular de Pemex.
«Desde el 2012 podemos ver cómo iba escalando año con año el robo de combustibles, de 4,6 millones de barriles en 2012 llegamos a más de 20 millones en 2018», indicó Romero en rueda de prensa.
«La pérdida diaria actual es de 5.000 barriles por día, equivalente a 15 millones de pesos», agregó el funcionario, acompañado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El objetivo para 2020 es reducir esa cifra a 2.500 barriles diarios.
Al asumir su mandato el 1 de diciembre de 2018, López Obrador se propuso combatir el «huachicoleo», como se le llama popularmente al robo organizado de combustibles como la gasolina o el diésel mediante instalaciones ilegales.
Romero dijo que gracias al Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburos en el 2019 se inhabilitaron 13.016 tomas clandestinas en ductos de hidrocarburos y se aseguraron 8,3 millones de litros de combustible, así como 3.800 vehículos terrestres y 66 embarcaciones.
En el plan participan las secretarías (ministerios) de Gobernación (Interior), Defensa, Marina, Seguridad Pública, Hacienda, Energía y Función Pública.
El 18 de enero de 2019, una explosión en una toma clandestina en el municipio de Tlahuelilpan, en el central estado de Hidalgo, causó la muerte de 135 personas, tragedia que es una de las peores del país.