Este martes será enterrado en el cementerio de La Guairita|Camaradas y amigos de Paúl del Rió destacaron su entrega total por “la justicia social de los pueblos”

Familiares y amigos del comandante guerrillero y luchador social Paul Del Río, conocido en tiempos de la lucha armada como Máximo Canales, se congregaron este lunes en el Cuartel San Carlos y en la Funeraria Vallés para rendirle homenaje.

Para Lídice Navas, luchadora social y compañera de combate de Del Río, su vida debe ser un ejemplo para la juventud revolucionaria de ahora “por la entrega desinteresada y la lucha que emprendió por la justicia social del pueblo”.

Destacó su firmeza y perseverancia en el trabajo diario por aquello en lo que creía y “su esfuerzo incondicional por alcanzar el bienestar colectivo, dejando de lado los intereses personales”. ”Nunca exigió nada a cambio y lo dio todo a favor de los pueblos”, apuntó.

“Nos dejó un ejemplo de compromiso concreto como legado, no solo de palabras”, comentó Navas. Y aseveró que la participación del Del Río en operaciones armadas, en las que siempre estuvo en riesgo su vida, “fueron una muestra de la lealtad de este hombre para con los pueblos de América”.

LO ENTREGÓ TODO

La socióloga Esther Macías Áñez, Paúl Del Río, quien también se destacó como poeta, escritor, caricaturista, escultor y pintor, dijo que este ofrendó su juventud y su vida por la liberación: “Lo entregó todo, familia, carreras, amores, proyectos; para él solo existía la lucha y el deseo de liberar a Venezuela del enemigo contra el que aún seguimos luchando”, en alusión al imperialismo estadounidense.

Agregó que Máximo Canales fue “el vivo ejemplo de una juventud convencida de que la lucha contra el imperialismo y sus partidarios era el camino correcto y de que por eso había que darlo todo” .

“Paúl es ejemplo de mucha cosas y también de reflexión”, expresó Macías Añez. Fue un hombre irreductible, agrega, “porque a pesar de los años y las vicisitudes fue fiel a los ideales en los que siempre creyó, la libertad de los pueblos.

HOMBRE DE ACCIÓN

Enrique Velásquez, o el Negro Miguel como era llamado durante las luchas revolucionarias de mediados del siglo pasado, recordó que Del Río fue uno de los civiles que participaron en la insurrección conocida como El Porteñazo, en la base naval Agustín Armario en Puerto Cabello, en junio de 1962. También rememoró que fue confinado a prisión en la cárcel Modelo y en el cuartel San Carlos, en Caracas.

Contó que Paúl del Río fue militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario y de su brazo armado, las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. Participó en el secuestro del legendario jugador del Real Madrid Alfredo Di Stéfano, y en la toma de buque mercante Anzoátegui en la década del 60. Y en los 70 combatió en la lucha armada en Nicaragua contra la dictadura de Anastasio Somoza.

Entre los actos organizados para honrar la memoria de Del Río, sus camaradas, amigas y amigos prepararon un sentido acto en el Cuartel San Carlos, en el que se contaron pasajes de su vida. Las anécdotas se alternados con música y poesía.

Los restos de este luchador social están siendo velados en la Funeraria Vallés en la avenida Los Jabillos y serán enterrados hoy en un acto privado en el Cementerio de La Guairita.

T/ Romer Viera
F/ Ángel Dejesús
Caracas