Una campaña internacional para que el gobierno paraguayo entregue tierras en Curuguaty a familiares y víctimas del sangriento desalojo campesino del 2012 se inició este martes en Asunción. Organizaciones no gubernamentales encabezadas por la paraguaya Articulación Curuguaty y la extranjera Oxfan dieron comienzo a la recolección masiva de firmas que se extenderá por diversos países cuyas entidades humanitarias respaldaron la iniciativa.
El objetivo es que reciban terrenos las familias violentamente desalojadas el 15 de junio del 2012 con el saldo de 11 labriegos y seis policías muertos en un enfrentamiento que fuentes independientes aseguran iniciaron tiradores con armas automáticas nunca obtenidas por los labriegos.
En realidad, las tierras son parte de un enorme latifundio en manos de los descendientes de Blas Riquelme, fallecido dirigente del gobernante Partido Colorado y en litigio con el Estado por considerarse malhabidas.
La Justicia dictaminó recientemente que las tierras donde ocurrieron los hechos pertenecen precisamente al Estado, pero los abogados de la familia Riquelme se niegan a aceptar ese fallo y demoran toda solución con su desconocimiento y presentación de apelaciones.
Los organizadores de la campaña pretenden que el presidente de la República, Horacio Cartes, se vea precisado a adoptar una decisión en ese sentido reparándose así la injusticia cometida hace casi dos años.