Por Alfredo Oliva|Campaña (Opinión)

«La producción capitalista no está en principio destinada a satisfacer necesidades, sino a crearlas, en beneficio de la producción», nos dice Karl Marx en su obra Crítica a la Economía Política.

El presidente Nicolás Maduro acaba de crear la Gran Misión Abastecimiento Soberano, el pasado lunes 11 julio. Es la primera gran misión cívico-militar que crea la Revolución Bolivariana y que tiene como objetivo “…gestionar, articular y conducir las políticas públicas que resuelvan la economía criminal que afecta los agentes económicos del país”.

Esta Gran Misión debe ir acompañada de una poderosa campaña comunicacional que informe no solo sobre los objetivos y las acciones del Gobierno, sino clarificar lo que se espera del acompañamiento del pueblo, de cómo será su protagonismo y transformación como sujeto (texto y contexto).

Una campaña comunicacional cuyo contenido esté relacionado con el conocimiento y transformación que darse necesariamente en el plano económico, en las relaciones de producción material y en el plano inherente de representaciones ideológicas y relaciones sociales.

Una campaña que combata el consumismo, que confronte las ideas dominantes y al sistema de valores, la cultura, en la que se soporta la guerra económica.

Una ofensiva comunicacional que coadyuve a la conquistas de nuevos espacios de intermediaciones económicas, políticas, sociales y jurídicas, en función de los objetivos tácticos para ir superando la cultura rentista.

Los análisis, soluciones y respuestas a los problemas cuando son el resultado de una construcción colectiva (proceso); cuando apuntan a la transformación de la realidad, a la educación para el cambio, producen necesariamente una transformación en la conciencia de los pueblos.

oliva2021@gmail.com