El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, abogó este viernes por mantener y reforzar la misión de observadores internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Siria, al reunirse en San Petersburgo con su homóloga estadounidense, Hillary Clinton.
Lavrov consideró que si se acepta la propuesta de la firma de una salida simultánea de ciudades y poblados sirios de las tropas gubernamentales y de los grupos armados opositores, entonces será necesaria la presencia allí de veladores para seguir ese proceso.
El jefe de la diplomacia rusa opinó que en sus pláticas con Clínton, sintió que se había acercado un tanto la postura de Estados Unidos a la de Rusia en el análisis de la situación en Siria.
Clinton afirmó que entiende nuestra posición respecto al estado levantino y nosotros también la de ella, explicó Lavrov, quien estimó que si esa actitud continúa, se podría llegar a un consenso en la conferencia internacional de mañana sobre Siria en Ginebra.
Al mismo tiempo, advirtió que sería contraproducente predeterminar el destino de un gobierno de transición en Damasco, como demandan algunas naciones occidentales.
Por otro lado, el jefe de la diplomacia rusa afirmó que el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre próximo en Estados Unidos para nada influirá en la continuidad de la cooperación bilateral entre Moscú y Washington.
Las prerrogativas del mandatario estadounidense deben emplearse para el bien de nuestra asociación, en lugar de utilizarlas para resolver determinados problemas entre el poder ejecutivo y el legislativo, en detrimento de Rusia, declaró.
En las pláticas, se analizó el proyecto de ley Magnitski, que prevé crear una lista de funcionarios rusos a los cuales se les prohibiría la entrada a Estados Unidos, y el caso de varios rusos apresados en terceros países y luego juzgados en Estados Unidos.