Fillon pidió perdón por haber empleado a su esposa y sus hijos como asistentes parlamentarios|Candidato presidencial dio trabajo a sus familiares porque era una «práctica habitual» en Francia

El candidato conservador a la presidencia de Francia, François Fillon, pidió este lunes perdón por haber empleado a su esposa y sus hijos como asistentes parlamentarios, una práctica que «rechazan los franceses» pero que «es legal», insistió. En una multitudinaria conferencia de prensa, el ex primer ministro aseguró que es objeto de «una campaña difamatoria y calumniosa» para evitar que su programa de «ruptura» triunfe en las presidenciales, aunque admitió haber cometido «errores».

«Dar trabajo a mi familia fue un error y presento mis excusas a los franceses. Era una práctica habitual en el pasado que en la actualidad rechazan los franceses. Se trataba de una relación de confianza que ahora despierta desconfianza», aseguró el candidato. Fillon, en caída libre en los sondeos desde que estalló el escándalo, señaló que contrató a sus familiares porque tenían la competencia para el puesto y porque era un cargo de confianza y recordó que es «legal».

El candidato conservador indicó que solo entendió que este tipo de prácticas suscitaban el rechazo de la población hace tres años y, desde entonces, no tiene contratados a familiares. Fillon se comprometió a publicar en internet el detalle de la remuneración de su esposa, Penelope, y de sus hijos Charles y Marie, que consideró «justas y transparentes».

En relación con su esposa, señaló que se ocupaba de asuntos en la circunscripción electoral de Sarthe, por donde era diputado, y, por ello, no acudía al Parlamento. «Cumplía acciones modestas, en la sombra, a solas, que parecen anodinas pero que son indispensables», indicó. Pese a que reconoció que emplear a su esposa genera dudas éticas, Fillon aseguró que no devolverá el dinero que ella ganó «porque corresponde a un trabajo llevado a cabo».

Tras mostrarse convencido de que será absuelto por la Justicia, rechazó que vaya a retirar su candidatura al Elíseo y se presentó como el único capaz de llevar a cabo su programa, al tiempo que auguró un «fracaso» de la derecha en caso de cambio en la cabeza de cartel. «Nada me hará renunciar a la candidatura», aseguró sobre una posible caída en los sondeos que, dijo, nunca predijeron su victoria en las primarias del centro-derecha de diciembre pasado.

Mientras, la Justicia francesa estudia si amplía las acusaciones contra él a los delitos de financiación ilegal de una campaña electoral y de tráfico de influencias, según revela hoy Le Monde. El rotativo asegura que de su interrogatorio ante los investigadores que analizan los supuestos empleos ficticios de la esposa de Fillon y el trabajo de dos de sus hijos se desprenden otros posibles cargos contra el jefe del Gobierno entre 2007 y 2012.

F/Publico.es
F/Reuters