Los candidatos opositores Mirlande Manigat y Michel Martelly serán los competidores en la segunda vuelta electoral para llegar a la presidencia de Haití, luego que el candidato oficialista, Jude Celestine, renunció a participar en esos comicios, anunció la agencia internacional Prensa Latina.
A través de un comunicado, el gobernante Partido Inite (Unidad) dio a conocer esta decisión, señalando que no están de acuerdo con la forma como se ha desarrollado el proceso de las elecciones y de la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La decisión tiene lugar después que Estados Unidos presionó al gobierno haitiano a aceptar la recomendación de la OEA para que retire a Celestin de los comicios, expresó Voa Noticias en su portal web.
Por su parte, el presidente del senado haitiano, Kely Bastien, dijo al “Servicio Creole” de la Voz de América, que el partido le solicitó a Celestin que se retire de la contienda, pero que legalmente hablando, solo el candidato puede hacerlo. Añadió que hasta el momento, no ha confirmado su retiro, aunque aclaró que el presidente haitiano René Preval apoya la decisión del partido.
El partido gobernante llamó a sus seguidores a mantener la calma y movilizarse para lograr la victoria de sus candidatos en el Senado y la Cámara de Diputados.
La segunda vuelta electoral podría realizarse alrededor del 20 de marzo próximo, aunque el mandato del actual presidente René Preval concluye el 7 de febrero.
EL REGRESO DE DUVALIER
Hace algunos días, Haití fue sorprendido por el regreso del ex dictador Jean Claude Duvalier, quien gobernó entre 1971 y 1986 y es acusado por crímenes de lesa humanidad, lo cual ha generado caos y mayor inestabilidad alentada por sus agitadores vinculados al excuerpo élite de los Leopardos y a los paramilitares Tonton Macutes. Duvalier tiene acusaciones en la justicia haitiana por delitos de corrupción, malversación y desvío de fondos públicos, además de seis demandas por torturas y otros delitos de lesa humanidad.
Durante los 15 años de dictadura encabezada por el ex gobernante de facto, se estima que fueron asesinadas unas 30.000 personas, mientras se desviaron de las arcas públicas unos 100 millones de dólares.
En tanto, el ex presidente Jean Bernard Aristide, quien fue derrocado en 2004, ahora desde su exilio en Sudáfrica, publicó una carta indicando su disposición a retornar a la nación, pero las autoridades haitianas se negaron a renovarle el pasaporte a pesar de que Preval reconoció el derecho de todos los exiliados, incluido Aristide, a regresar al país.