El Centro de la Diversidad Cultural rendirá homenaje al músico fallecido el pasado 24 de enero |El cantor Francisco Mata siempre llevó con él un pedazo de la isla de Margarita

El cultor cantaba desde los siete años, cuando salía a pescar con su padre, Alejandro Marcano

El pasado lunes 24 de enero será recordado de ahora en adelante como la fecha en que partió Francisco Mata, cultor margariteño que se dedicó en vida a rescatar y difundir el folclor de la isla que lo vio nacer un 24 de julio hace 78 años. Las noticias posteriores a su desaparición física señalaban un cáncer de próstata como la causa de la muerte, que además lo obligó a despedirse de este mundo en la cama de una clínica donde habían ingresado algunos días antes.

Luego de unos 40 años de prolífica carrera artística, dejó como legado más de 40 producciones discográficas que, según su amigo y colega Alberto “Beto” Valderrama, son como “libros en canción en los que van impresos una serie de aspectos históricos, sociales, geográficos, crónicas y semblanzas de lo que somos como pueblo”.

Valderrama, quien fuera bandolinista del conjunto Los Guaiqueríes y hoy se desempeña como director de la Orquesta Típica de Nueva Esparta, considera que la música que promovió “Chico” Mata, como cariñosamente le decían, “será un material de consulta obligatorio para las generaciones futuras que entiendan la necesidad de rescatar esos valores que nos identifican como pueblo”.

Una de sus principales preocupaciones, recuerda el bandolinista, fue siempre la de mantener esa música típica de oriente. “Fue defensor y pregonero, siempre dispuesto a dar cualquier cosa porque esa música se mantuviera viva”, señala. “Fue muy fiel a esa música nuestra, a pesar de que tenía una voz atenorada y con un timbre melódico no muy común para esa época. Él tuvo ofertas para trabajar con otros estilos, especialmente la música romántica. Sin embargo, fue muy fiel a ese sentimiento y se entregó a eso como un apostolado”, recalcó Valderrama.

Mata tiene entre sus méritos haber popularizado a escala nacional el tema El carite, compuesto por Rafael González, en los años 40, considerado hoy como el segundo himno de Nueva Esparta y tema prácticamente obligatorio en los actos culturales de las escuelas.

El cantor de Juan Griego fue uno de esos artistas que, como diría el escultor margariteño Valentín Malaver, se negó a tener la casa por cárcel. Por el contrario, recorrió el país llevando siempre con él un pedazo de la isla. “Francisco Mata era un cantante que, con el grupo Guaiqueríes, recorría todas las regiones de Venezuela”, recordó Benito Irady, viceministro de Identidad y Diversidad Cultural y presidente del Centro de la Diversidad Cultural (CDC).

“No existe la menor duda de que, además de su extraordinaria condición de compositor y de intérprete logró, por esfuerzo propio, proyectar hacia toda la geografía venezolana la grandeza de la música margariteña y también más allá de nuestras fronteras”, agregó el funcionario, quien conocía personalmente al cultor desde hace varias décadas.

HOMENAJEADO EN VIDA

A decir de Beto Valderrama, Mata “no fue ese artista venezolano que tuvo ese apoyo, esa distinción. No digamos que no se le valoró, pero no se ofreció la posibilidad de ubicarse en el verdadero lugar que le correspondía”. A su juicio, “recién ahora es que se está comenzando a reconocer y respetar el trabajo de los cultores populares”.

Karen Méndez, guionista y directora del documental Venezolanos de Nueva Esparta, expresó que el desaparecido cantante y autor no fue lo suficientemente homenajeado en vida. “Yo creo que el reconocimiento era muy local; incluso, le pusieron un busto frente a su casa, y él me contó que se le llenaba el corazón con ese tipo de homenaje”, rememora. “Creo que las nuevas generaciones deberían conocerlos más y reivindicar su trabajo”.

Méndez lamentó la dificultad de conseguir esa música que se originó y cultivo en nuestros pueblos. “Si vas a Margarita, verás que no se consigue música de ‘Chico’ Mata. Consigues cualquier otro tipo de música, pero no la de allá, aún cuando hay más de 30 géneros diferentes de esa región. Es algo lamentable. Arrastramos un tipo de turismo consumista y deshumanizado que puso a la isla como un puerto libre y no como un lugar con un patrimonio cultural importantísimo”, sentenció.

La realizadora recuerda a Mata como una persona muy dulce y humilde. Tuvo la oportunidad de entrevistarlo en 2007. “Recuerdo que llegamos a su casa y estaba un poquito enfermo. Salió con mucha alegría a recibirnos. Nos contó que comenzó a cantar cuando iba a pescar. Su papá le pedía que cantara porque le parecía que lo hacía como los ángeles. Me parece que el papá de Chico no se equivocó, no por como cantaba sino también porque trataba a la gente como un ángel, con una humildad y un cariño que sólo una persona tan bonita como él podía hacerlo”.

En los próximos días el CDC organizará actividades para recordar al fallecido músico. Como parte de la jornada se proyectará el audiovisual Venezolanos de Nueva Esparta en las 11 Casas de la Diversidad Cultural de todo el país.

“Particularmente en el CDC de Nueva Esparta vamos a convocar a los amigos de Francisco (Mata), de las generaciones que tocaron con él en el grupo Guaiquerí”, adelantó. Igualmente se organizarán foros “que nos permitan recorrer de nuevo el camino que Francisco construyó de manera tan amplia”, informó Irady.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Cortesía CDC