La agrupación concluiría hoy su recorrido por el suroriente del país|Capacidad técnica e interpretativa de la SNIV demuestra el potencial pedagógico del Sistema

Las profesoras y los profesores encargados de formar a las y los integrantes de la cuarta generación de la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil (SNIV) califican como “impresionante” y “asombrosa” la rápida capacidad para aprender y afrontar la música de los 109 músicos con edades comprendidas entre los 7 y los 13 años.

Desde octubre del año pasado el Sistema de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela inició un proceso de audiciones inédito en el mundo, alejado de la metodología intimidatoria consistente en colocar a la niña o al niño con su respectivo instrumento delante de un jurado.

En esta oportunidad la metodología consistió en unos talleres que buscaban medir el interés, la rapidez en el aprendizaje, la capacidad de adaptación y la facilidad para comunicarse y trabajar en equipo.

Igualmente, en el proceso de formación de la SNIV se aplica ahora un sistema experimental, distinto al trabajo convencional con base en lecturas, seminarios y ensayos a puerta cerrada.

Ahora demás de los seminarios por secciones de instrumentos, la SNIV realiza encuentros en todos los estados del país, donde comparten atril con las orquestas infantiles regionales y además hacen muestras o ensayos abiertos al público, en los que interpretan fragmentos de las obras seleccionadas para el repertorio que preparan.

Esta nueva metodología se aplica desde marzo, cuando la SNIV visitó Táchira, Mérida, Trujillo y Zulia y hoy culmina su segunda etapa con el fin de un recorrido que incluyó los estados Bolívar, Delta Amacuro, Monagas, Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta.

EVOLUCIONA Y SE REINVENTA

Según contaron las y los profesores, los resultados de este método experimental ha sido “sorprendente”, por la aceleración en la madurez de las niñas y niños como músicos.

“Ha sido especialmente impresionante y asombroso como el muchacho se involucra en el proceso musical de una forma tan íntima e intensa que ellos mismos no se dan cuenta de la velocidad en que evolucionan, aprenden y afrontan con responsabilidad seriedad y disciplina el trabajo de obras muy complejas, exigentes y de gran envergadura desde el punto de vista técnico”, expresó al Correo del Orinoco el músico y docente Carlos Suárez, uno de los encargados de “pulir” a la fila de las violas.

Suárez explicó que tanto la metodología utilizada en esta ocasión como sus resultados, son el producto de la acumulación de 40 años experiencia en la pedagogía musical del Sistema, creado por el maestro José Antonio Abreu, mediante una forma de enseñar música que además, a juicio del docente, evoluciona y se reinventa constantemente a partir de algunas constantes, como es normal en todo modelo exitoso.

“El muchacho debe afrontar retos musicales, pero es importante que no los vea como obstáculos. Nos esforzamos porque no lo vea como una dificultad. Buscamos que aborde la música de una manera espontánea, para él es como un juego, como algo simpático, la pasa bien, está en un sitio donde se siente cómodo, seguro, protegido. No sabe la dificultad del trabajo, no está consciente de la seriedad del trabajo tan grande que tienen y la idea es que no lo sepa, que no lo vea como algo difícil”, aclaró el docente.

De ahí que durante el aprendizaje de la música en el Sistema las niñas y los niños nunca escuchan palabras o conceptos que limiten como “difícil”, “malo”, “no sirve”. Lo más importante, insistió Suárez, es no ponerle trabas ni inculcarles prejuicios negativos a las y los estudiantes.

CALIDAD TÉCNICA E INTERPRETATIVA

Al igual que Suárez, José Guillermo Fuentes, otro de los profesores del equipo encargado de formar a la SNIV, ve con sorpresa la madurez que ha alcanzado el sonido de esta agrupación infantil en tan poco tiempo.

“Si grabas lo que ellos están tocando y se lo colocas a cualquier persona, sin la imagen, va a pensar que es una orquesta de adultos, nadie podría imaginar que en la fila de violas, por ejemplo, hay dos niños de apenas siete años. En mi época se supone que yo comencé muy temprano y tenía 14 años. Esta SNIV es una muestra de los alcances del talento venezolano y seguramente con el trascurso de los años las edades serán aún menores”, vaticinó Fuentes.

A parte de los avances vertiginosos desde el punto de vista técnico, José Guillermo Fuentes señala la madurez para comprender e interpretar obras de gran profundidad. En este caso, se trata de la Cuarta Sinfonía, de Tchaikovski, la primera pieza que preparan de un repertorio que incluye además el Scherzo fantástico y el “Divertimento” del ballet El beso del hada, ambas de Stravinski.

Los profesores pueden explicar la madurez de las niñas y los niños. Solamente les indican quien fue cada autor y en qué período de la historia musical desarrolló sus composiciones. Igualmente les informan la manera de tocar correspondiente a cada período.

A partir de ahí, dijo Fuentes, “ocurre como un aprendizaje endógeno y sin saber, lo haces de forma correcta”, esgrimió. En cuanto al aspecto técnico, lo que busca esta nueva forma de ensayar y preparar repertorio es ofrecerles herramientas para que puedan resolver aspectos técnicos en la ejecución de la música.

TODAVÍA FALTA

No obstante, la facilidad de las muchachas y los muchachos para la música y la efectividad en la manera de enseñar, no significa que la labor no sea compleja, y todavía falta mucho por trabajar.

“Por supuesto, aún hay muchas cosas que reforzar, el balance, el aspecto técnico. Pero todo va muy bien encaminado porque el talento de estos niños es inmenso. El trabajo es duro, pero a la vez es fácil porque ellos son como esponjas que absorben rápido. Estoy segura que tallar estos diamantes va a ser muy fácil”, opinó la profesora de fagote, Graciela Miranda.

Para la fagotista los resultados que se observan a partir del trabajo con la SNIV es posible gracias a la combinación de, en primer lugar, el talento de las niñas y los niños, con la experiencia del Sistema venezolano en la enseñanza música y su naturaleza orientada a reinventarse y evolucionar para buscar cada vez mejores resultados, y finalmente, la infraestructura cultivada y enriquecida por el maestro Abreu a lo largo de cuatro décadas.

“Nosotros no teníamos tantos maestros como ellos tienen ahora, ellos tienen instrumentos buenos, tienen internet, espacios adecuados, tienen muchas facilidades. Eso permite desarrollar más y mejor ese talento, porque son niños muy talentosos y eso no se ve en ninguna parte del mundo, los niños venezolanos tienen un talento increíble, nacen con la música”, consideró.

POR TODO EL TERRITORIO

La Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela completará hoy la segunda parte de su recorrido en Margarita. En las próximas semanas emprenderán otras dos rutas hacia los llanos y el centro para abarcar todo el territorio nacional antes de debutar oficialmente en Caracas a mediados de julio. Todo esto como preparación para la participación que tendrán en agosto en Milán, donde representarán a Venezuela durante la Feria Mundial de esa ciudad italiana.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Cortesía Fundamusical Bolívar