«Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos y a partir de este momento es prohibido llorarlos”, escribió y cantó un hombre que nació en Paraguaná, estado Falcón. Se trata del maestro Alí Primera, quien, con guitarra en mano, sembró esperanzas en un pueblo que le brindó este domingo un emotivo homenaje cargado de alegría con motivo de su natalicio.
Con música, poesía, danza y participación popular mediante conversatorios, los artistas y personalidades invitadas al evento rindieron tributo a Primera. El promotor principal de la actividad e importante figura en el ámbito cultural venezolano, Yorlando Conde, calificó el encuentro como un éxito total, tras la importante asistencia de los capitalinos.
“Aquí hay una gran cantidad de personas a quienes la canción de Alí les ha dado aliento en su lucha”, expresó Conde, quien años atrás conoció a Primera, experiencia por la cual lo considera como un gran amigo, de personalidad humilde y “una biblia para el combate diario contra el imperialismo yanqui”.
Entre los artistas que se presentaron ayer, durante más de ocho horas de espectáculo, estuvieron Alí Alejandro Primera, conjuntos del Núcleo Endógeno Nuevo Nuevo Circo, danzas tucaníes del estado Mérida, Evio Di Marzo, José Garcés, Luis Suárez, José Sulbarán, Víctor Morillo, María García, Alexander Almena y Alejandrina Reyes.
LEGADO INMORTAL
Uno de los puntos en los que coincidieron varios de los asistentes es que las letras de Alí nunca morirán, lo que se demostró con la asistencia del público y el desarrollo de otros homenajes en diferentes partes del país. “Esa respuesta de los ciudadanos significa la vigencia de su pensamiento musical, poético y político”, sostuvo el periodista y amigo de Alí, Humberto Gómez. “Esto me conmueve porque veo a Alí repartido en el alma de la gente”, dijo.
Por su parte, Luis Centeno, quien fue amigo de Primera durante su lucha política, al frente del Comité por la Unidad del Pueblo, finalizando la década del 70, expresó que esos niños que se pararon en el escenario para interpretar danzas y cantos son el fruto “de los cantos interminables de Alí. Si él estuviera vivo, tuviera una gran sonrisa, porque esto es parte de lo que todos nosotros soñamos en el pasado”.
Alí Alejandro Primera, señaló que cada 31 de octubre se ha convertido en una fiesta nacional porque “Alí es corazón, es pueblo y es revolución”.
Asimismo, el público asistente se emocionó por el homenaje. “Él era un genio revolucionario, a pesar de las persecuciones, nunca dejó de seguir adelante”, dijo Edixon Montilla, asistente al evento.