Por Daniela Rodríguez |El capitalismo y la crisis migratoria (Opinión)

Un ejemplo emblemático de las consecuencias de la desigualdad mundial, la pobreza y las políticas expoliadoras del capitalismo, son las grandes oleadas de migraciones que van reconfigurando el mapa global. Recientemente hemos podido ver cómo en el Mar Mediterráneo fallecieron más de 750 personas en una embarcación que intentaba escapar de la realidad en Libia, hacia las costas de Italia, lo cual lamentablemente, no es sino una pequeña muestra de la situación que viven muchas poblaciones en el mundo, intentando huir de sus realidades locales.

¿Pero por qué huyen? Eso es lo que la mayoría de la prensa omite, quizás por la misma razón a la que se refería Eduardo Galeano cuando decía “De los pobres sabemos todo… menos por qué son pobres…” ¿Será porque los “maravillosos” lugares del primer mundo, han sido construidos con base al sacrificio y la destrucción de esas poblaciones y sus medios de existencia?

Para mencionar un ejemplo que ha adquirido notoriedad recientemente debemos revivir el pasado cercano de una Libia que era uno de los países más prósperos de África, y que hoy en día luego de la invasión de la OTAN y el impune asesinato de Muammar Gaddafi, no puede decirse ni siquiera que figure como Estado, a menos que sea “fallido”. Precisamente ahora Europa se moviliza activamente para “para detener la actividad de los traficantes que se dedican a llevar de manera ilegal a miles de migrantes” a su suelo, como si no hubieran sido ellos mismos quienes le quitaron su suelo a millones de ciudadanos africanos.

Precisamente el pasado 18 de mayo, la Unión Europea (UE) aprobó el lanzamiento de una operación naval que establece la detención e incluso destrucción de embarcaciones que lleven inmigrantes ilegales al territorio europeo, bajo el discurso de que se trataría de “mafias” dedicadas al tráfico ilegal de personas, criminalizando totalmente la problemática, ocultando su dimensión social, política y económica y, omitiendo su responsabilidad en esa situación.

Si no hubieran invadido y destruido Libia no existirían estas crisis migratorias que también piensan enfrentar por medio de las armas, otorgándole una dimensión militar, a una problemática meramente humanitaria.

Por esta razón, nosotros como venezolanos y pueblos del mundo, debemos estar alertas de la manera como opera el capitalismo en nuestros territorios, y no dejarnos engañar por falsas promesas de “libertad’ o de “progreso”; y debemos aumentar nuestra conciencia sobre la importancia de la defensa de nuestro suelo patrio, y más si está tan cargado de recursos como el nuestro.

daniela.rodriguez@nodolibre.org