Este miércoles|Caracas se vistió de morado para cumplir promesas

Sin importarles el tiempo, el calor o el frío, miles de feligreses amanecieron este miércoles haciendo largas colas para ver al Nazareno de San Pablo en la Basílica de Santa Teresa.

Devotos vienen a Caracas de todas partes del país, de los rincones más alejados de la ciudad. Pero hoy la distancia no es relevante, porque se trata de cumplir una promesa al Santo.

El comienzo de las colas puede divisarse con facilidad, con tan solo ver la entrada de la Basílica, pero lo realmente imposible es observar el final de cada una de ellas, ya que la cantidad de creyentes católicos es incalculable.

Una vez más, niños, niñas, adolescentes, mujeres, hombres y personas de la tercera edad  adornan las calles del centro de Caracas con sus atuendos morados y asisten con gran entusiasmo al recinto, donde se llevarán a cabo 18 eucaristías y la conocida procesión del santo.

Mientras tanto, los trabajadores y trabajadoras de la economía informal también hacen de la Semana Santa una temporada para recibir bendiciones, sobre todo económicas. Imágenes de El Nazareno talladas en piedra son la principal atracción, así como estampitas, rosarios y otros objetos religiosos.

El saumerio y otros inciensos espirituales también son el atractivo de estas celebraciones de la Semana Mayor. Los católicos suelen comprar estas esencias para purificar sus hogares y su vida cotidiana.

Los fieles muestran su fe de distintas maneras, unos deciden visitar al Nazareno descalzos y otros lo hacen de rodillas. Sin embargo, todos caminan en una sola dirección: pedir salud y agradecer los favores recibidos.

La seguridad de los alrededores del templo está garantizada con la presencia de efectivos de Protección Civil, los Bomberos del Distrito Capital, de la Policía Nacional y de la Guardia Nacional Bolivariana.

Texto/Nancy Mastronardi