Durante conferencia en en el Museo Boliviano|AN y Defensoría obsequiaron método cognitivo-conductual para dejar de fumar

Lo primero, dice el investigador Laudín Mora, otrora fumador empedernido, es comprender por qué una persona adicta a la nicotina piensa en ciertos momentos que necesita un cigarrillo, que tiene ganas de fumar.

En torno a esta precisión se desarrolla el método Laudín, un proceso cognitivo-conductual que apunta al objetivo de construir nuevos esquemas neuronales, partiendo del hecho de conocer lo que sucede en todo el cuerpo humano y haciendo una interpretación real de ese proceso.

La Defensoría del Pueblo y la sub comisión de Salud de la Asamblea Nacional concertaron un evento con este conferencista para obsequiar la herramienta a 100 fumadores, precisamente este 31 de mayo, Día Internacional de No Fumar.

El diputado Carlos Sierra informó que las personas invitadas fueron contactadas a través de diversos consejos comunales de Caracas. La conferencia tuvo lugar este viernes en el Museo Boliviano, ubicado en la esquina Pajaritos de la capital.

ASÍ SE SIENTE UN FUMADOR

Laudín Mora advierte que errado el acto de juzgar al fumador como un imbécil que se autodestruye con cada cigarro, a sabiendas de que se está matando.

«La solución no es decir que fumar es malo, que produce cáncer o pulmones negros, porque eso no ayuda a un fumador, la gente no fuma para autodestruirse, realmente ni sabe por qué lo hace, simplemente siente que lo necesita y lo hace. Habría que estar en el lugar del fumador para comprender que sufre mucho tratando de dejar esa adicción y que hay que ayudarlo».

En palabras más o menos sencillas, así es como funciona el mecanismo de la dependencia: Cuando el humo llega a los pulmones, parte de la nicotina viaja en siete segundos al cerebro. Allí es captada por las neuronas responsables de activar la dopamina, una sustancia química que produce cierta sensación de complacencia cuando se satisfacen necesidades como el hambre y la sed, de allí que el fumador crea sentir alivio tras el estrés que le produce la dependencia a la nicotina.

Poco después, la nicotina es metabolizada en el hígado y se convierte en cotinina. Cuando esto último ocurre, es decir, cuando el hígado metaboliza la nicotina, el cerebro interpreta que una sustancia neurotóxica está atacando al organismo y activa inmediatamente el estrés, una reacción natural para poner al humano en alerta ante posibles situaciones de peligro, y que a su vez produce adrenalina.

Esa descarga de adrenalina es la que el fumador percibe a través del nerviosismo y la ansiedad, y es la que interpreta así, con el pensamiento «necesito un cigarrillo».

Ahora bien, el punto en el que el hígado metaboliza la nicotina y activa la producción de adrenalina puede ocurrir en intervalos de tiempo distintos. Depende de cada organismo y del nivel de adicción en el fumador.

«De manera que aquí está la clave, en cambiar nuestras afirmaciones, ya conociendo qué es lo que sucede. No es que tengo ganas de fumar, es que la adrenalina está haciendo efectos en mi organismo y me estoy desintoxicando. No es que alivio el estrés de la factura o la pelea con mi pareja, porque ese problema sigue igual después de fumar, lo tengo que resolver, lo que sucede es que la dopamina actúa en mi cerebro», resume el investigador.

ALA ORDEN EN TODO EL PAÍS

Laudín Mora asegura que quiere poner su grano de arena para reducir las aproximadamente 16.000 muertes que se registran en Venezuela cada año, a causa del consumo del tabaco. Hoy se puso a la orden de las alcaldías y gobernaciones que deseen organizar conferencias para sus trabajadores o en beneficio de las comunidades. Su número de teléfono es 0416-6242626. También es posible contactarlo a través de su cuenta Twitter, @laudin, o conocer más de su investigación en la página www.laudin.com.

Sus propias estadísticas refieren que unas 25.000 personas han dejado de fumar en el país gracias a este método, que cuenta con multiplicadores en todo el mundo.

Fuente/AVN