Expresó el presidente de Hidrocapital|Desinterés y falta de voluntad de Ocariz es la causa de la crisis en el servicio de agua

Las tuberías de agua potable permanecen, en algunos sectores del municipio Sucre (Miranda), hasta cuatro semanas completamente secas. Esta crisis se observa en las zonas populares, principalmente en La Bombilla, San José y en la parte alta de la parroquia Petare, por ejemplo.

Las protestas vecinales ante esta situación se han incrementado en los últimos años. La última se generó este martes en el barrio La Alcabala (vía Petare-Santa Lucía), en la que participaron vecinos de las comunidades aledañas, quienes denunciaron la crisis existente.

El Instituto Municipal Aguas de Sucre (Imas) -adscrito a la Alcaldía de Sucre- es el encargado de operar y garantizar el suministro. Sin embargo, el alcalde Carlos Ocariz elude esta responsabilidad.

Petare es la única parroquia de la Gran Caracas cuyo servicio es ofrecido por un instituto autónomo. En el resto de las parroquias, el servicio es prestado por la Operadora de Acueductos del Distrito Capital y de los estado Miranda y Vargas (Hidrocapital).

FALTA DE INTERÉS

La clave para evitar la precariedad de este servicio es la realización de maniobras, y dar cumplimiento a los cronogramas en ese sentido, destacó el presidente de Hidrocapital, Ernesto Paiva.

En entrevista para AVN, explicó que lo que ocurre en Petare es que el Imas no realiza las maniobras, que comprende en guiar el agua con la manipulación de las válvulas de bypass, que son las que controlan la presión del líquido. «Si no se hace estas operaciones en el acueducto, el agua se queda en los sitios bajos», recalcó.

Eso explica -indicó- la grave deficiencia del servicio en las partes altas del municipio mirandino.

Asimismo, dijo que otras de las razones es el no funcionamiento del tanque compensador La Bombilla, ubicado al final del barrio homónimo. Este estanque tiene aproximadamente más de tres años fuera de servicio.

Paiva mencionó que cada acueducto sitúa un estanque en los sectores altos, los cuales se debe mantener lleno. Eso permite satisfacer las necesidades de las comunidades altas, razón por la cual la labor de maniobrar se debe realizar de forma constante, y para lo cual también se deben tener las cuadrillas necesarias.

Recordó que estanques de ese tipo, como el de La Bombilla, existen en El Junquito, a 1.900 metros sobre el nivel del mar, y que mediante las maniobras es llenado pese a que la principal fuente está a 300 metros sobre el nivel del mar, que es el embalse Camatagua, ubicado en el estado Aragua. Eso hace posible que el servicio llegue a esos sectores por ciclos.

«Lo que ocurre en Petare es que simplemente (la autoridad municipal) no tiene la voluntad de trabajar y de hacerlo», recalcó Paiva.

Arelys Romero, habitante del barrio San José, cuenta que «el mal servicio se ha visto desde hace como tres años, pero la cosa se ha puesto más graves en este último. Hemos pasado hasta 15 días que ni una gota, algunas veces hemos optado por ir a lavar donde algunos familiares para poder sobrevivir con lo que tenemos en los tobos».

«El alcalde se escurre la responsabilidad de todo. Si es el problema del agua él no sabe nada, el no tiene la culpa, y si es la basura, que también con eso la tenemos feo, también sale y dice que él tampoco tiene competencia en eso. Entonces qué es lo que es él. Si no tiene la culpa de nada más o menos cuál es su trabajo», recalcó.

¿CÓMO TRABAJA EL IMAS?

El acueducto que maneja el Imas -que atiende a las parroquias Petare, Filas de Mariche, Caucaguita y La Dolorita- se surte con el agua que es enviada desde la Estación de Bombeo 25, de la planta de tratamiento de La Guairita (Sistema Tuy II).

Desde esa estación se envía, en la misma proporción, el agua a dos alimentadores, uno ubicado al extremo oeste, que es el estanque El Calvario (ubicado a la altura de la Cota Mil) y el otro se ubica en su extremo este, que es el estanque La Bombilla, hoy inactivo.

«Desde la Estación de Bombeo 25 se envía agua sin ninguna restricción a ambos alimentadores», subrayó el presidente de Hidrocapital, quien consideró una irresponsabilidad que el estanque La Bombilla esté fuera de servicio y en estado de deterioro.

PREFERENCIAS

Sólo la parroquia Leoncio Martínez recibe el servicio de agua potable a través de Hidrocapital. Y las parroquias Petare, Filas de Mariche, Caucaguita y La Dolorita son atendidas por Imas.

El descontento se observa principalmente en los habitantes de los barrios, de las zonas menos privilegiadas. «Pero casi nunca se ve que de alguna urbanización salen a protestar por el agua. ¿Será que el problema lo tenemos nosotros nada más?. Eso es importante que el alcalde (Carlos Ocariz) no lo explique. Será que hay privilegios», denunció la señora Arelys.

En ese sentido, Paiva señaló que hasta el momento el alcalde se ha negado a asumir que la alcaldía tiene la responsabilidad del suministro en esas cuatro parroquias.

«Si fuera un alcalde responsable debería asumir que tiene un problema y debe de tener la iniciativa para que ese problema se resuelva», dijo y recalcó que aún se desconoce inversiones de la Alcaldía de Sucre en materia de agua potable.

PODER POPULAR

El titular de Hidrocapital recordó que los avances obtenidos en Caracas y en otros estados del país son gracias al trabajo mancomunado entre el Estado y el Poder Popular. Una muestra: las Mesas Técnicas de Agua.

Los aportes de las comunidades con su participación en mesas técnicas de agua han contribuido en los últimos 14 años al aumento de la cobertura del servicio de agua potable en el país, que actualmente alcanza el 98% de la población venezolana.

Los proyectos y planteamientos presentados por las Mesas Técnicas de Agua ayudaron al mejoramiento del servicio. «El pueblo es el que sabe cuáles son sus necesidades reales, ayudan con su sabiduría. Las decisiones cuando las toma el pueblo son sabias».

En las parroquias Petare, Filas de Mariche, Caucaguita y La Dolorita, sin embargo, ese trabajo no se ha logrado. «Son invisibilizados», denunció Paiva.

Arelys Romero, quien padece los resultados del mal servicio, finalmente dice estar cansada de las excusas del alcalde. «Simplemente no quiere trabajar por nosotros. Le da lo mismo si estamos bien o estamos mal. Utiliza miles de excusas para escudarse. Su desinterés es sin duda la causa de todo», afirmó.

T / AVN