El presidente de la República, Nicolás Maduro, invitó a gobernadores y alcaldes a incluirse en la puesta en marcha del Plan Nacional para la Paz y la Convivencia a través de iniciativas que permitan «territorializar el plan y convertirlo en metas concretas».
Explicó que será responsabilidad del vicepresidente de la República, Jorge Arreaza; el ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres; la alta comisionada para la Paz y la Vida, Isis Ochoa; y del jefe del secretariado ejecutivo del Movimiento por la Paz y la Vida, José Vicente Rangel Ávalos, mantener comunicación permanente con los gobernadores y alcaldes del país para que recopilen iniciativas concretas en el marco del Plan Nacional de Paz y Convivencia.
Durante la III sesión del Consejo Federal de Gobierno, realizada en el Palacio de Miraflores, el Presidente resaltó la importancia de discutir con los representantes de todos los niveles de gobierno las metas y objetivos a cumplir en períodos determinados.
«Sí se puede tener paz y vencer la violencia criminal, y en esa tarea tenemos que concentrarnos (…) pongamos el tema de la seguridad ciudadana como tema central de unión de esfuerzos. Saquémoslo del pantano de la politiquería y de la lucha fratricida donde todos salimos perdiendo, incluso el pueblo que pone toda su fe en que tengamos la inteligencia para trabajar unidos en el tema de la seguridad», expresó.
El mandatario recordó las diez líneas centrales del Plan Nacional para la Paz y la Convivencia que lanzó el pasado 14 de febrero y señaló que se trata de principios flexibles y discutibles.
La primera línea se trata de ampliar y mejorar la eficiencia en los sistemas de protección y vigilancia, para resguardar al pueblo venezolano a través de un concepto claro como lo es el Plan Patria Segura.
Lamentó que esta línea haya registrado un retroceso debido a la violencia de la derecha fascista que ha destrozado las cámaras de seguridad instaladas en algunos municipios de la Gran Caracas y ha perpetrado ataques a las unidades de transporte y sedes de instituciones del Estado.
Explicó que la segunda línea amerita un esfuerzo especial por parte del equipo de la alta comisionada Isis Ochoa, puesto que se trata de continuar el despliegue de un plan de desarme y desmovilización de las bandas violentas y criminales, así como velar por su reinserción en la sociedad.
El fortalecimiento y expansión del Movimiento por la Paz y la Vida, que debe ser estructurado en cada estado, municipio y parroquia como instrumento principal para la construcción de la paz desde adentro, constituye la tercera línea de trabajo prevista en el Plan Nacional de Paz y convivencia.
El primero de marzo se iniciará la cuarta línea, con una gran gira deportiva, cultural, musical y teatral de todos los movimientos del país, integrados por artistas y atletas que estimulen a la juventud.
La quinta línea plantea el despliegue del plan territorial para asegurar la construcción, delimitación y el logro de los territorios de paz y convivencia en el país, para lo cual el Presidente sugirió convertir a los urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela, los corredores de la Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, las universidades, los liceos y centros de salud en territorios de paz.
Maduro indicó que se ha avanzado en la concreción de la sexta línea, que consiste en el diseño de una nueva cultura comunicacional para la paz , de respeto a la vida. «Tenemos que reprogramar unas reuniones con los dueños de las televisoras, compañeros de emisoras públicas comunitarias, cineastas y artistas, porque ya tenemos bastantes propuestas», detalló.
La conversión de establecimientos carcelarios en lugares de máxima disciplina social a través del trabajo y la educación obligatoria, constituyen la séptima línea del plan, sobre el cual «hemos dado pasos gigantescos», dijo Maduro.
También está prevista la promulgación de leyes vía habilitante para elevar las facultades e implantación de sistemas de justicia de paz en las comunidades, «justicia comunal para la resolución de conflictos», apuntó.
El noveno punto consiste en convertir las misiones en programas para la construcción de la paz. «Se está revisando cómo se puede lograr impactar la sociedad a través de las misiones educativas, convertirlas en protagonistas de los territorios de paz», precisó.
Por último, explicó que la décima línea prevé la creación de una brigada especial policial y militar para combatir y neutralizar a los grupos narcotraficantes y paramilitares que vienen al país. «Vamos a crear una brigada especial, un organismo especial del más alto nivel y lo vamos a proteger a través de la ley», acotó.