En la mañana del viernes, las autoridades del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia ofrecieron información sobre los nuevos sitios de reclusión de los 148 reos liberados durante la noche del jueves de las instalaciones del internado judicial Rodeo 2.
Familiares de los reclusos conocieron que sus seres queridos fueron llevados hasta el penal de Yare 3. La noticia, llegó de manos de funcionarios pertenecientes a la dirección de Derechos Humanos del referido ministerio, quienes se encargaron de procesar la información. Las listas fueron entregadas a los voceros y representantes de los familiares que se mantienen en la entrada del complejo penitenciario. Según se supo, en las próximas horas se adelantarán las labores de impresión en pendones, para colocarlas de manera más visible para todos los familiares y allegados de los privados de libertad.
CRÓNICA DE UN RESCATE
El pasado jueves, autoridades del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia concretaron la liberación de 148 reclusos que permanecían en las inmediaciones del Internado Judicial El Rodeo 2.
Desde horas del mediodía comenzó el movimiento en la sede del Destacamento 55 de la Guardia Nacional Bolivariana. Con el apoyo de un grupo de familiares, se inició la acción. La información indicaba que los liberados estaban en malas condiciones de salud y algunos con heridas.
Un contingente compuesto por 3.500 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, todos al mando del general Antonio Benavides, jefe del Comando Regional Número 5, se apostó en el lugar. Los uniformados formaron una fila cerrada para evitar el ingreso de personas ajenas a la operación. Un equipo comando táctico se desplazó, a bordo de unidades especiales, hasta el interior del internado judicial. Minutos más tarde llegó un primer autobús, perteneciente a la Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios con los primeros liberados.
Los privados de libertad bajaron de la unidad con ayuda de funcionarios del Ministerio Público y la Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios que estaban en el lugar, además de uniformados del Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital y paramédicos presentes desde el inicio de la contingencia.
Al descender del autobús, los reclusos cerraron los ojos con fuerza para evitar el resplandor del sol, a pesar de estar en horas del ocaso. Algunos de ellos no se mantenían en pie a consecuencia de la debilidad. Fueron colocados en las carpas de campaña del estacionamiento del Destacamento 55 de la GNB, donde se instalaron las zonas de triaje y reseña. Allí recibieron hidratación y fueron curadas las heridas de quienes lo ameritaban.
Minutos más tarde llegaron 15 más a bordo de ambulancias y luego un segundo autobús. De esta última unidad descendieron reclusos con discapacidad. Unos con muletas y otros en sillas de ruedas. Todos fueron atendidos y posteriormente reseñados. La base de datos registraba nombre y número de cédula de identidad, datos con los que, luego elaboraron las listas.
Tuvieron la posibilidad de tomar un baño en duchas de campaña y vestirse con ropa limpia, suministrada por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia a través de kits.
Tres horas más tarde llego el último contingente de la noche. La operación también se realizó en dos partes. El general Antonio Benavides comandó todo el proceso. Por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, estuvo presente el viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, general Nestor Reverol Torres.