Caraqueños ahora pueden adquirir más productos de la cesta básica

Este lunes, los habitantes de la parroquia Sucre desde tempranas horas de la mañana salieron por los alrededores del mercado de Catia y principales avenidas a buscar comida para el consumo semanal. Durante un recorrido se constató que en algunos negocios se respetan los precios anunciados en la Gaceta Oficial N° 6.397 y en otros continúan los precios especulativos.

En varios sectores de Catia se observó la presencia de funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), quienes visitaban los negocios para verificar los precios de venta al público en los comercios del sector.

La mayoría de los transeúntes con los que se dialogó en Catia expresaron que gracias al “bono de reconversión económica” han podido adquirir varios productos de la cesta básica.

En la calle Ecuador de Los Flores de Catia, donde los comerciantes respetan los precios establecidos, el señor Sergio González, empleado de la carnicería El Escorpión In, indicó que ofrecen al público el kilo de pollo en 78 bolívares soberanos, pero no están vendiendo carne, porque los proveedores no les han despachado el producto.

Al frente se encuentra la Panadería El León de Oro, donde conversamos con el joven Nixon Rebolledo, quien iba a comprar pan canilla. En este establecimiento una funcionaria de la Sundde estaba verificando el costo de los alimentos.

A dos cuadras de la panadería, varias personas discutían por los precios con el encargado de la Charcutería Pro Jamon Bacile, ubicada en la calle Argentina. El dueño del establecimiento comentó: “Los fiscales revisan las facturas y ordenan rebajar los precios sin un criterio claro. La raíz del problema son los mayoristas, que despachan a un determinado costo que no nos permite vender a menor precio”.

En la calle Colombia, a la altura de Pérez Bonalde, se encuentra la Carnicería La Gran Feria del Pollo, donde muchas personas realizaban la fila ordenadamente para adquirir los productos a los precios establecidos por el Ejecutivo Nacional. En este lugar el encargado comentó que los proveedores despecharon todos los productos, entre ellos huevo, queso y pollo.

Muchas personas se quejaron porque estaban cobrando el cartón de huevos en efectivo, ya que, a su parecer, los bachaqueros posiblemente venderían el dinero a las mafias que lo llevan a Colombia. Por esta razón pidieron a las autoridades combatir el bachaqueo para que el efectivo no se vaya nuevamente al vecino país.

PROTECCIÓN SOCIAL

Moisés Oropeza, habitante de la parroquia Sucre, comentó que los precios han bajado en algunos comercios visitados por la Sundde, pero hay otros establecimientos que mantienen los precios altos. Agregó que el requesón se vendía a 80 bolívares. Agradeció el esfuerzo que está realizando el Gobierno revolucionario en función de proteger el costo de la cesta básica.

ERRADICAR MAFIAS

En la calle Argentina, Jhonny Cabrera, habitante del 23 de Enero, enfatizó que logró comprar muchos productos, como caraota, arroz, queso, jabón, pollo, frutas y legumbres, a pesar de no estar percibiendo aún el salario anunciado, gracias al bono de reconversión que dio el Presidente. “Lo está haciendo muy bien mi Presidente, dele duro a las mafias y bachaqueros. Eso hay que sacarlo de raíz de la Revolución”, dijo.

PROTECCIÓN DEL PUEBLO

José Marín, habitante de Caucagua, expresó que es la segunda vez que hace sus compras en el mercado de Catia. Se mostró muy satisfecho por todos los productos que logró adquirir con el bono que aprobó el Presidente de la República. “La gestión revolucionaria es garante de la protección del pueblo”, indicó.

T/ Ildana Pacheco
F/ Jonathan Manzano
Caracas

La reconversión y el bono especial de transición mitigan las penurias del pueblo

El “soberano” le baja dos al estrés

La nueva moneda y el aporte especial de transición ha repercutido de manera favorable en la capacidad de compra de la población, a pesar de que los comerciantes se resisten a convivir con las nuevas reglas de juego del programa económico

Edgar Aponte al fin ayer se pudo afeitar. Haberse cortado la cabellera con tres bolívares soberanos le sirve como ejemplo del cambio de “suerte” que ha llegado a su vida desde que el presidente Nicolás Maduro anunció el nuevo esquema de condiciones económicas, que llevó a la entrada en vigencia del nuevo cono monetario. Y, para mayor felicidad, le llegó el “bono especial por la Reconversión Monetaria”, de 600 bolívares soberanos. Don Aponte, un hombre de 65 años, se siente reconfortado y tiene un semblante risueño, en contraste con los meses anteriores, llenos de penurias y dificultades.

“Son medidas buenas” dice, mientras compra el Correo del Orinoco en un puesto de venta de revistas en el centro de la ciudad. “Así vemos que está fluyendo el dinero, la moneda que estaba por el suelo se pone fuerte. Fíjese, acabo de afeitarme y pude pagar. Pagué y me quedó plata todavía. El bono de reconversión me llegó hace como cuatro días. Me queda para comprar” .

En cuanto al anuncio presidencial de que las pensiones serán colocadas en el monedero personal ubicado en el Carnet de la Patria, le parece magnífico ya que con el monedero del carnet tiene el monto de su pensión depositado en la cartera, en el bolsillo: desde ahora puede disponer del dinero cuando quiera.

-¿Cómo sobrevivió a estos tiempos de guerra económica?

-Miré como quedé –dice tocando con la mano la barriga que luce plana-, pues haciendo milagros, brincando con la familia.

Ayer en el casco central de la ciudad se percibía otro ambiente, como si los citadinos se hubiesen quitado un peso de encima. Las tiendas de calzado lucían llenas de gente mirando las vidrieras, averiguando precios. En la vías peatonales que desembocan en la plaza Bolívar, la avenida Urdaneta, la plaza San Jacinto, los alrededores de Capitolio, un gentío va y viene conversando animadamente. En la sede principal del Banco de Venezuela había una enorme cola, igual que en otras sedes bancarias. Incluso, aparecieron algunos personajes que perciben alguna propina por su talento artístico, como un saxofonista que por los lados de la plaza San Jacinto interpreta el Bolero de Ravel.

“Las medidas están muy buenas, pero hay que ponerles un control a los empresarios y a todo el que está en el negocio para cuando uno vaya a comprar y no quieran rebajar. Yo denuncié un negocio que me quería cobrar una ñema (un huevo) en 500 mil bolívares. Lo denuncié a la Sundde y lo visitaron. Aquí en el puesto (de cortar cabello) me pagan con el soberano. Desde que se inició la reconversión hay más movimiento porque mucha gente tiene dinero para comprar. Yo cobró tres soberanos. Desde que se abrieron los cajeros, todo el mundo acudió a recibir su soberano”, señala Anita Urdaneta por los lados de Santa Capilla.

José Linares, mientras lo afeita Anita Urdaneta, señala que este renacer económico es lo mejor que ha hecho el presidente Nicolás Maduro desde que llegó a Miraflores.

“Le quita la fuerza del hambre a todos estos desalmados y los pone a andar derechito. Lo otro es que tiene que supervisar, si no no se hace nada”, asienta.

Sin impunidad

Alfonso de Jesús Vásquez Silva se presenta como un “revolucionario extremista” en cuanto a que exige mano dura, sin contemplaciones, para los que roban al pueblo. Se tiene que acabar la impunidad, dice.

En cuanto a las medidas explica que ganaba el sueldo básico de unos cinco millones. Iba a comprar un kilo de queso y no le alcanzaba. Ahora todo cambió.

“Con eso te estoy diciendo todo. Actualmente, que bajaron los cinco ceros, me puedo comprar un kilo de queso, un kilo de pollo, o sea, los 25 productos acordados son 1.100 bolívares soberanos. De manera que con el nuevo sueldo de 1.800 bolívares soberanos, si gasto esos 1.100, y todavía me queda 700 del nuevo salario. Ahora compro más. Estoy más alegre. Un amigo mío dijo en tono de broma, compañero, ahora vamos a volver a tomar güisqui. No, vale, le dije, no hay como el cocuy”, señala Silva.

Indica Silva que antes que todo tiene que acabarse la impunidad y cita el caso del general Ochoa, fusilado en Cuba por corrupción como una medida ejemplarizante.

Dice Silva, que en el caso de la corrupción, no son las instituciones, son las individualidades: el guardia, el policía, el fiscal, quienes se corrompen.

Cita el caso del transporte al que llama el “octavo poder”, porque no tienen quien le haga competencia, y hacen lo que les da la gana. El Gobierno le concede beneficios de cauchos, baterías, aceite, pero aumentan los precios, maltratan al pasajero. Es la impunidad.

Publio Blanco, al igual que Napoleón Montilla, señala como un acierto el conjunto de medidas que permitirán construir una nueva economía al servicio de las grandes mayorías.

“Ha sido fundamental esas medidas que ha tomado para la protección social del pueblo. Ahí es donde pega la guerra económica. Además, con el petro se ataca al lobby financiero internacional… Yo recibí el bono de 600 bolívares soberanos, ha sido un alivio. Y si a partir del primero se va estabilizando la economía, en uno tres o cuatro mese podemos hablar de una recuperación”, indica Montilla.

T/ Manuel Abrizo
F/ Gustavo Frisneda
Caracas