Por Ana Cristina Bracho|Cascos Azules (Opinión)

A finales de este mes, las Naciones Unidas celebra el Día Internacional de sus soldados a los cuales llama Cuerpos de Paz y que popularmente son referidos como Cascos Azules. Estos militares son en principio los encargados de crear y mantener la paz en áreas de conflictos, monitorear y observar los procesos pacíficos y brindar asistencia a excombatientes en la implementación de tratados con fines pacíficos, en nombre de esta organización.

Su ficha técnica está llena de adjetivos grandiosos, pues la ONU los nombra como guardianes mundiales de paz, representantes de las banderas de la fraternidad entre los pueblos pero la radiografía de sus misiones es bastante menos prometedora.

Los Cascos Azules son enviados comúnmente a los pueblos más pobres, donde se han visto inmersos en prácticas que por acción u omisión se revelan perversas. Tales como su retirada de Ruanda, considerada por algunos cómplice, en los momentos previos de un genocidio cometido sobre el eslabón más débil de población o, su participación en actos organizados de violencia sexual contra las poblaciones haitianas que fueron a asistir después del devastador terremoto.

Para el año 2014, en medio de la difícil situación que enfrentaba la República Centroafricana, la ONU repite su promesa enviando militares a proteger a la población, destapándose en el año 2015 un escándalo al verse involucradas nuevamente en prácticas sexuales con niñas y niños víctimas del conflicto.

Vistas las cosas, más allá de las promesas de investigaciones sobre los individuos o de disculpas de la máxima autoridad de la unión mundial a 20 años de lo ocurrido, los cuerpos de seguridad de la ONU parecen tener un patrón de actuación que merece ser revisado.

En primer lugar, ¿por qué siempre son enviados a países del Hemisferio Sur? ¿Cuál es la visión que portan sobre los países que visitan? ¿Por qué el color de sus cascos es una patente de corso? A esto debiéramos sumarle el deber de interrogarnos porqué la ONU tiene más soldados e invierte más en ellos que en programas de paz sin intervención ni armas.

Temas como estos, que nos llevan a preguntarnos qué mundo tenemos y cuál queremos, desde este trozo de la Tierra invitan a entender que bajo las más nobles declaraciones existen estructuras que garantizan que el valor de la vida depende de quién dispara y sobre quién lo hace.

@anicrisbracho

BUENOS DIAS , DOMINGO 21 JUNIO 2015 ! LA ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS , CIERTAMENTE EXISTEN FALLAS , ERRORES , DEBILIDADES QUE HAY
QUE CORREGIR Y CORRESPONDE A LOS PAISES MIEMBROS PLENOS Y LOS QUE NO
TAMBIEN , SOLICITAR REFORMAS EN QUIENES CONFORMAN ESOS CUERPOS DE VOLUN
TARIOS Y ENTRE LAS SUGERENCIAS ESTAN : 1.REVISAR » EL HISTORIAL PERSONAL DE LOS
VOLUNTARIOS EN EL AREA DE PREFERENCIAS SEXUALES » , PARA CORREGIR ESTAS
DEBILIDADES QUE POR ALGUNOS DESVIADOS EMPAÑAN LAS LABORES DE ESTA INSTITUCION QUE ES UNA ALTERNATIVA EN DERECHOS HUMANOS 2.EN AMERICA LATINA
ESTAN LAS BOINAS AZULES Y QUE TAMBIEN DEBERIAN SER UNA
OPCION A LA HORA DE ENVIAR PERSONAL A SITIOS VULNERABLES Y EN VENEZUELA ESTAN .
ESTAS OPCIONES EVIDENCIAN QUE NO DEBE HABER EXCLUSIVIDAD DE ALGUNOS PAISES
PARA EJERCER ROLES QUE NO VAN CON EL HONOR DE SER UN BOINA AZUL! O CASCO AZUL »
ASI QUE DESBLOQUEN LA HEGEMONIA DE ENVIAR PERSONAL » NO APTO » MORAL NI
ETICAMENTE SIN VALORES DE DERECHOS HUMANOS