La inversión extranjera directa (IED) a nivel mundial cayó 13 por ciento durante 2016 al sumar en total 1.52 billones de dólares, informó este miércoles la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad). Al mismo tiempo, previó que en este año la IED registrará un «modesto» crecimiento de 10 por ciento, aunque acotó que las incertidumbres sobre políticas económicas podrían obstaculizar su crecimiento en el corto plazo.
En el caso de México, precisó que a pesar de mostrar un desempeño económico «relativamente fuerte» junto con los países de Centroamérica, también cayeron los flujos de la IED en 20 por ciento al pasar de 33 mil millones de dólares a 26 mil millones de dólares.
La reducción de flujos de capitales ocurrió en medio de un débil crecimiento de la economía mundial y volúmenes de comercio que tuvieron «ganancias anémicas», sentencia el más reciente informe del organismo sobre la IED. El secretario general de la Unctad, Mukhisa Kituyi, declaró que «la recuperación de la IED continúa a lo largo de un camino lleno de baches. Particularmente preocupante es la fuerte caída en los proyectos de inversión, que desempeñan un papel importante en la mejora de la productividad que tanto se necesitan en las economías en desarrollo», informó el organismo.
La Unctad indicó que la caída de IED se dio de manera diferente según cada región del mundo, lo que refleja la situación económica heterogénea del planeta. Así, por ejemplo, en Europa los flujos de inversión extranjera directa se desplomaron hasta 29 por ciento, mientras que en América del Norte se tuvo un «modesto» crecimiento de seis por ciento. En los países en desarrollo, sobre todo de América Latina y Asia, la desaceleración del crecimiento económico y la caída de los precios de las materias primas pesó sobre los flujos de IED.
De acuerdo con el informe, de los 1.52 billones de dólares que alcanzó la IED el año pasado, 57 por ciento se concentró en las economías desarrolladas, es decir 872 mil millones de dólares, pero implicó una reducción anual de nueve por ciento. En tanto que las economías en desarrollo recibieron 600 mil millones de dólares, lo que implica un desplome de 20 por ciento respecto a la IED que recibieron en 2015.
El organismo abundó que «la ola de fusiones y adquisiciones transfronterizas muestra signos de reflujo (de la IED). Un aumento de 13 por ciento en el valor de las ventas netas, que se elevó a 831 millones de dólares, palidece en comparación con los aumentos de 67 por ciento y 68 por ciento registrados en 2014 y 2015. La IED en anuncios de nuevos proyectos aumentó en cinco por ciento, pero esto se debió en gran parte a un puñado de proyectos muy grandes en algunos países, pero en la gran mayoría se registró disminución».