Centenares de personas protestaron este miércoles por varias calles de Santiago (Capital de Chile) en repudio a la intención manifestada por el Gobierno de cerrar y fusionar las escuelas de seis municipios, poniendo en peligro el empleo de al menos 30 mil personas del sector.
La local Radio Universidad de Chile reportó que la concentración contó con el apoyo de Profesores, estudiantes, apoderados y vecinos de La Florida se congregaron en avenida Vicuña Mackenna 7210.
En la manifestación también estuvo el diputado Carlos Montes; los dirigentes universitarios Andrés Fielbaum, Diego Vela y Rebeca Gaete, y la dirigente universitaria Camila Vallejo; quienes expresaron su preocupación por la incertidumbre en la que quedará el futuro de alumnos, directivos y docentes} de esos institutos.
«Que (Rodolfo) Carter de la cara», pedían los manifestantes, invocando al alcalde de la zona, que fue quien aprobó la decisión de cierre por “bajo” número de matrículas.
La acción se da en medio de la denuncia que realizó el Magisterio sobre una lista de al menos 24 establecimientos municipales que cesarían sus funciones a fin de año.
El presidente del colegio de Profesores, Jaime Gajardo, subrayó que el panorama podría empeorar porque esta es la primera fase de un plan que en esta semana duplicará el cierre y fusión, y en enero de 2013 lo acrecentará.
Según la autoridad, la situación demuestra la crisis sistémica que vive la educación municipalizada. Afirmación que también fue respaldada por el presidente Metropolitano del Colegio de Profesores, Jorge Abedrapo, quien sostuvo que los cierres de colegios nacen de la legislación por la subvención por asistencia y la mala gestión de los municipios.
El dirigente estudiantil Cristofer Sarabia remarcó que “las escuelas municipales son considerados como la última opción en calidad de educación, lo que crea las condiciones para que la gente siga en la pobreza”.
Según Sarabia, el financiamiento de la educación pública se basa en la asistencia de los alumnos a clases, algo que baja en los colegios municipales donde muchos jóvenes tienen que viajar una hora o más por vivir en zonas rurales, como Valdivía, lo que hace que se pierdan los 88 dólares por alumno que invierte el Gobierno.