Advierte que el el público venezolano está acostumbrado al cine de EEUU |César Bolívar regresó a la pantalla grande con su Muerte en Alto Contraste

En su nueva película, el realizador reunió de nuevo a “Full Chola” con Carmen Julia Álvarez

El 26 de este mes se estrenará en el país Muerte en alto contraste, cinta que marca el regreso a la pantalla grande del realizador César Bolívar, luego de una pausa de 12 años durante los que dedicó su talento casi exclusivamente a la televisión y a la docencia en la Universidad Central de Venezuela.

Para explicar su ausencia del medio en que se destacó desde sus comienzos como camarógrafo y director de fotografía en las películas de Román Chalbaud, Bolívar se remonta a los tiempos de su primer trabajo como director, con Juan Topocho (1978), “un completo y absoluto fracaso en la taquilla”, recordó. Terminaba la década de los años 70 y la única forma de obtener recursos era a través de Foncine (hoy CNAC) o arriesgarse por cuenta propia.

Argumenta que el problema fundamental del cine venezolano siempre fue el financiamiento. Los cineastas tenían que cubrir sus propios gastos. “Uno era el productor, financista, director y guionista; teníamos que hacer todo nosotros mismos”, explica el artista, quien creó la productora Gente de Cine, en sociedad con Román Chalbaud y Miguel Ángel Landa, para hacer películas como La quema de judas, Sagrado y Obsceno, El pez que fuma y una parte de la serie de filmes Cangrejo.

Al comienzo de los años 80, Bolívar logró cosechar una serie de aciertos que le permitieron mantener la solvencia económica para seguir trabajando. Domingo de resurrección (1982) hizo posible, dos años más tarde, el exitoso filme Homicidio culposo, aún hoy la más taquillera de las cintas criollas (con un registro superior a 1 millón 300 mil personas). Compitió, incluso, con clásicos hollywoodenses, como ET, el extraterrestre, de Spielberg, entre otros.

Los nueve millones de bolívares de entonces que le dejó la pieza protagonizada por Jean Carlos Simancas, le permitieron producir Más allá del silencio (1987) y Colt Comando 5.56; ésta, en homenaje a su colega fallecido, Clemente de la Cerda, y cofinanciada por Blancica.

En 1995 hizo Rosa de Francia. “Hasta ahí me llegó el dinero”, lamenta César Bolívar, quien literalmente “por amor al arte” debió desprenderse de una casa previamente hipotecada para costear los gastos. En esa oportunidad perdió el envite por una propuesta más estética y un tema más ajeno al público criollo.

“Éramos muy románticos. Buscábamos un cine que nos identificara en el panorama internacional, un cine auténtico. Pero teníamos que hacer concesiones; me refiero a buscar ese cine que le gustara a la masa, al espectador, porque el cine de autor, artístico totalmente, era de plano un fracaso de taquilla”, dice.

Bolívar cree que el comportamiento del publico venezolano, supuestamente resistente al cine de autor o “alternativo”, es un caso digno de estudio por psicólogos y sociólogos. Recuerda que las historias en las que el público se ve a sí mismo han sido muy aceptadas en un momento, y rechazadas en otros. También apunta lo habituada que está la audiencia venezolana al cine de la gran industria norteamericana.

“Creo que cuando la gente se siente totalmente identificada con el tema que propones en la pantalla, sí acude, y al mismo tiempo rechaza cualquier género no acorde con lo que está acostumbrada a ver. Esto no es algo concluyente, por supuesto”, reflexiona.

EL REGRESO

Bolívar se ha paseado por varios géneros, pero destaca especialmente el tema policial. Muerte en alto contraste cuenta la historia de Gabriel, un policía interpretado por Erich Wildprech, quien recurre a Pepe Grillo (Juan Manuel La Guardia), un viejo reportero que lo ayudará a saciar su sed de venganza. En paralelo ocurre una historia de amor entre el gendarme y Raquel, una psicóloga encarnada por la debutante Norelys Rodríguez.

El trabajo, próximo a estrenarse, es el resultado de un guión escrito después de Homicidio culposo. El texto fue “desempolvado” cuando la Villa del Cine le solicitó a Bolívar un proyecto del género policial. Inclusive, el nombre del filme responde a una situación que se plantea en torno a unos negativos que revelaba Pepe Grillo. Por cuestiones de extemporaneidad, esas escenas fueron suprimidas, pero el nombre se mantuvo.

La protagonista femenina llegó a formar parte del proyecto en último momento. “El personaje tenía que tener dos cualidades: ser una mujer sensual y cándida al mismo tiempo. Yo tenía tres meses ensayando con Christina Dieckmann, y la última semana se enfermó”, confesó el director.

“Tuve que correr a buscar una actriz y ella (Rodríguez) fue a una audición. La había visto en televisión y siempre me llamó la atención su simpatía. Yo creo en la intuición; entonces me arriesgué, así como lo hice en mis inicios con Jean Carlos Simancas, que estaba comenzando como galán cuando hizo Homicidio culposo y esto le dio como un repunte como actor”, relata.

Con Norelys también fue una intuición. Creo que es un buen inicio para ella y es un atractivo para la película. Ella, obviamente, tiene que madurar como actriz, pero yo siento que le dio a la película ese toque ingenuo, no esa cosa profesional que le sientes a los actores, y ese fue el riesgo”, refiere.

Otro dato anecdótico de la obra se relaciona con una de las escenas finales. Se trata de exteriores que tenían como locación el bulevar de Sabana Grande. El público se arremolinaba alrededor de los actores y fue imposible rodar. Bolívar resolvió filmar la calle con los extras y luego, en la Villa del Cine, capturó las imágenes con los actores, los disparos, una motocicleta, etcétera. Posteriormente los planos se unieron digitalmente en postproducción.

A pesar de los efectos especiales utilizados en esta película, el creador sostiene que es una de las más económicas que se ha realizado con el apoyo de la Villa del Cine. Por otra parte, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) aprobó otro proyecto del realizador. “Se llama Los Inquilinos y trata de un gueto de diversas nacionalidades que trabajan en un callejón de Sabana Grande. Quizás para el segundo semestre de 2011 comience el rodaje”, adelantó.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Avelino Rodrigues