Nelson Guzmán| César Rengifo (Opinión)

Cesar Rengifo fue un pintor y dramaturgo que puso de relieve las hondas máculas que padeció la sociedad venezolana. En aquella  Venezuela atrasada de la primera mitad de los años treinta es becado a Chile para estudiar técnicas de dibujo. En ese momento Rómulo  Gallegos era ministro de Educación del gobierno de Eleazar López Contreras. Rengifo no encuentra en Chile lo que buscaba, marcha a México por cuenta propia y se tropieza con la gran fuerza del muralismo mejicano. Esta escuela rastrea las raíces profundas de América,  se busca la identidad cultural del Nuevo Mundo.

Rengifo recibe allí la influencia de Diego Ribera y de David Alfaro Siqueiros. Regresa a Venezuela en 1939, organiza su primera  exposición pictórica y comienza a desarrollar su dramaturgia. Esta recoge las hondas máculas que la pobreza ha dejado en el país.

Rengifo en su obra nos habla de la Guerra Federal, de la Batalla de Carabobo.

Su obra resalta las hondas pasiones de los héroes de la patria. En ellos imperaron los ímpetus del sentimiento patrio.

En Carabobo se sembró la espiga de la libertad y de la hospitalidad. Esa Espiga sembrada en Carabobo recoge la fuerza de nuestras convicciones como pueblo para ser libre, en la Batalla de Carabobo los patriotas lo arriesgan todos. También en las emotivas páginas de Venezuela heroica se resalta el hondo sentimiento nacionalista del pueblo venezolano.

La obra de Rengifo nos muestra que en Venezuela no ha habido momentos de calma. La resistencia indígena nos llevó a batallar contra el Imperio Español hasta la muerte. El etnocidio y el genocidio acabaron con los indígenas en las islas del Caribe. El arte de Rengifo es de denuncia, conmociona el culto al colonizador. España, su imperio y sus mercaderes trataron a los indígenas como seres inferiores. Se impusieron los criterios de atraso y progreso para dominarnos.

Todo el que se atrevía a denunciar el orden colonizador era perseguido y muerto. La “madre patria” se había erigido como una madrasta ponzoñosa.

II

Cesar Rengifo denuncia la catástrofe de la isla de Cubagua. Los indígenas resistieron hasta la muerte el afán de los españoles de  esclavizarlos.

El mismo Fray Bartolomé de las Casas había denunciado esta situación ante los reyes españoles. América había nacido como una  sociedad violenta. Rengifo está consciente de que la lucha antiimperialista debe darse en todos los terrenos, sobre todo contra la  penetración cultural que las culturas dominantes pretenden ejercer contra Venezuela Esto se prolongó en los siglos, los sitios se  sacralizaron con nombres de asesinos, no se había terminado de ejercer la ruptura epistemológica con unos valores que encarnaban el sometimiento.

La resistencia del pueblo venezolano se viene dando desde que el Imperio Español pretendió imponer su hegemonía absoluta en  América, se procuró someternos con la idea de progreso y de superioridad racial. América era el atraso en tanto Europa era el progreso.  César Rengifo fue un pensador antiimperialista, su obra restituye el pasado y enarbola la dignidad venezolana hasta lo infinito. En trazos extraordinarios recoge en Amalivaca  mural plasmado en el Centro Simón Bolívar, la vida de los indígenas y la importancia que conferían  el moriche y a sus cosmogonías.

Saúl Rivas Rivas resalta a Rengifo como un pensador antiimperialista, anticolonialista y antifascista que estudia la diversidad del pueblo venezolano. Rengifo como intelectual socialista representa la multidiversidad de una patria y de un continente que tiene su propia identidad cultural. Él

está muy lejos de los criterios desarrollistas, como dramaturgo rescatará las voces olvidadas de nuestras culturas aborígenes. En nuestro  entramado de la historia de la sociedad venezolana, en su proceso de maduración, se ha comenzado a reconocer la importancia de los pueblos indígenas. Guaicaipuro yace en el Panteón Nacional; de manera simbólica se tomó un poco de tierra del lugar donde nació para encarnar su nombre y la identidad de nuestros pueblos indígenas que fueron masacrados y vilipendiados por el genocidio y el etnocidio.

En el Teatro de César Rengifo vislumbra una búsqueda, afianzar la nacionalidad, eso lo había hecho Bolívar y los independentistas en horas postreras. Este teatro es de un profundo compromiso social. La lucha es por mantener la patria, los mismos sectores reaccionarios del ayer persisten hoy en la idea de subastar la patria. La cultura del petróleo dejó la estela y la creencia de que los pueblos son mercancías que se pueden comercializar y vender. El petróleo desplazó a la Venezuela rural consagrada a la tierra e impuso como forma económica el modo de producción capitalista. El canto de Rengifo apela a restituir y fomentar la consciencia social.

Escritos como Un tal Ezequiel Zamora denuncia la violencia de que son objetos los campesinos en el país, los hombres se levantan en el   afán de proseguir con el legado de Bolívar. La dramaturgia de Rengifo da cuenta de la esclavitud y el sometimiento que padecen los  campesinos en las haciendas. La Guerra Federal se produce como un estallido para restituirles a los hombres su dignidad y sus derechos. Rengifo sabe que las máculas del pasado siguen persistiendo, los años 60 en América Latina son reveladores en relación con la violencia y al saqueo que padecimos.

T/Nelson Guzmán

Saludos Nelson, muy educativo y activador de la capacidad de reflexión este su escrito, ilustra muy claramente tramos de nuestra historia y de personajes con su arte forjador de patria libre e independiente. Pedro Vázquez