Gracias al presidente Hugo Chávez “en Venezuela dimos pasos agigantados” hacia una revolución cultural. Quien lo afirma es, nada más y nada menos, que el ministro del Poder Popular para la Cultura, Pedro Calzadilla. Y dice más: “Si nosotros devolvemos la película y vemos lo que teníamos hace una década y media atrás, podemos” ver los cambios.
Ahora “nuestro pueblo se siente a gusto, contento, cómodo, confortable; se siente reivindicado en su cultura, se siente feliz de pertenecer a esta comunidad”.
Cuando habla de “ser venezolano” se refiere “a un conjunto de maneras de ser, gustos, herencias, maneras de estar en la vida”, la cocina, la forma de vivir y relacionarse. “Todo eso forma la cultura en términos más amplios”.
El hecho de haber colocado al pueblo “frente a una realidad en la que se reconoce y está orgulloso de la historia que como pueblo nos trajo hasta aquí”, que haya logrado sentir suyo lo indígena, lo africano, lo hispano” y que reconozca la diversidad es un avance enorme, y “configura una transformación muy profunda”.
Del Bolívar anestésico al insurgente
Calzadilla retoma las palabras del Jefe del Estado, el 8 de diciembre de 2012, antes de marcharse a Cuba para ser intervenido: “Hoy tenemos patria”. Como historiador, atribuye a esta frase muchos significados, “pero hay una que es muy importante: cuando decimos que tenemos patria decimos que hoy tenemos identidad, que tenemos un pueblo agregado, congregado alrededor de nuestra identidad, de nuestra manera de ser, de nuestra historia, y esa es la base para poder sustentar un proyecto que reivindica la soberanía, que reivindica la independencia como un valor supremo”.
Anteriormente existía una suerte de vergüenza por ser venezolano, refiere, y “esas son las maneras de abatir moralmente a un pueblo, excluyéndolo de su propia historia”. Así se decía que el pueblo era “mestizo, de flojos” que no quería trabajar y que carecía de disciplina, idea que todavía persiste en las oligarquías. “Desde una ética burguesa se le atribuyen defectos a las condiciones culturales de nuestros pueblos”, acusó.
El Comandante Chávez, consciente de ello, “se puso al frente de una epopeya de reivindicación cultural que la hizo él en la primera línea de batalla”.
Calzadilla estima que el cambio cultural impulsado por el líder comenzó, no hace 14 años, sino el mismo 4 de febrero de 1992, cuando el Comandante irrumpió en la escena pública.
¿Qué falta por hacer? “La transformación profunda del sistema de valores”, enfatizó. “Da la impresión de que una numerosa cantidad de personas que apuestan por el socialismo hoy, saben que existe una manera distinta de vivir de la del capitalismo” y que el capitalismo es un sistema cultural. “Saben que hay otra manera de vivir, otra manera de ser que es la que propugna el socialismo” y en la que no hay ismos.
Aunque queda mucho por hacer, el “haber ido a una conexión con nuestra historia” es un gran logro.
Las élites elaboraron “un Bolívar anestésico”, y Chávez lo convirtió en “un Bolívar insurgente”. “Eso es por Chávez, que se puso al frente de eso abriendo puertas, quitando velos, rompiendo persianas, abriendo ventanas, animando a la gente a que saliera y se recuperara”.
Un libertador
Chávez “iluminó todos los campos”, sostiene el ministro. “Dejó orientaciones para los grandes temas del país” y “su liderazgo es insustituible”. Hay que reconocerlo “como un coloso, un gigante en todas las esferas; un gigante del que emanó una fuerza y una orientación gigantes, que la tendremos por siempre”.
Caracteriza al Mandatario como “la figura que ha colocado realmente en riesgo el modelo capitalista, liberal, democrático” y se puso al frente de una transformación que convirtió el voto en una herramienta amplia y masiva y garantizó amplias libertades. “Convirtió las elecciones en un ejercicio cotidiano” y convierte “la experiencia venezolana en una experiencia sumamente peligrosísima”, subrayó.
Aunque Chávez tiene muchas similitudes con Bolívar (una de ellas es que estuvo 20 años en la palestra pública, al igual que el padre de la patria), aclara que también hay diferencias con el Libertador: El Comandante “murió en la cúspide, en un momento de ascenso, en el cénit de su desarrollo político. Chávez se despide con un triunfo contundente en octubre, y luego sus fuerzas obtuvieron un triunfo en diciembre” en las elecciones regionales.
El Jefe del Estado se marcha, además, con un contexto internacional favorable para Venezuela y reconocimiento mundial.
“No dudo en afirmar que Chávez es el libertador del siglo XXI. No estoy haciendo malabarismos históricos. Chávez se pone al frente de los pobres de la tierra. Los pobres consiguieron por primera vez el líder que los condujo a la victoria, y que una vez habiendo conquistado el poder no los traicionó. No fueron unos meses. Fueron 14 años en los que, estando al frente de la República, no claudicó, no traicionó ni un centímetro a su pueblo”, expresó.
¿Debe reposar el Mandatario Nacional en el Panteón? El historiador mide sus palabras; sabe que es un tema polémico, porque allí reposan los restos de algunas personas “que traicionaron a su pueblo; otros no”. Pero agrega que no hay discusión en un punto: “Chávez merecía un lugar especial”, un espacio “asociado con su memoria, en el que estuviera cerca de su pueblo, como el Cuartel de la Montaña”.
La frase “merienda de negros”es otra provocación contra el pueblo
El ministro Pedro Calzadilla deploró el uso de la expresión “merienda de negros” -para referirse al pueblo más humilde y chavista- en un artículo de opinión escrito por un intelectual opositor. “Esa frase viene de la relación colonial” y es racista, explicó.
En este caso “pareciera estar colocada en un lugar para formar parte del concierto de provocaciones que tiene montada la derecha a nuestro pueblo”, manifestó.
El país “debe confrontar de manera muy firme todos los temas relacionados con el racismo”, tales como esa frase, señaló Calzadilla. Esto forma parte, advirtió, de los mecanismos de represión y contención social invisibles.
Las élites dominantes repiten los insultos de antes. “Han cambiado de traje, pero el nervio de la mentalidad es el mismo”, subrayó.
Su despacho asumirá tareas contra la criminalidad
El Ministerio del Poder Popular para la Cultura asumirá algunas tareas en la lucha contra la criminalidad, expresó Pedro Calzadilla. El presidente Nicolás Maduro dijo que se pone al frente del problema, y exigió del Gabinete Ejecutivo el máximo esfuerzo, llamado que Calzadilla asumió.
“Vamos con todo” para “arrancar de las fauces del crimen, de la violencia a nuestros jóvenes”, indicó. El ministro adelantó que irán al debate con las bandas criminales solo con un arma: los libros.