Durante los casi tres años que vivió en Elorza, estado Apure, desde el año 85 hasta el 88, el entonces jefe de la Guarnición Militar de la región, capitán Hugo Chávez Frías ,ya se encontraba “en un proceso de persecución bastante intenso por parte de los organismos de inteligencia del Estado durante la Presidencia de Jaime Lusinchi”.
Este acontecer fue uno de los hechos históricos explicados por Alejandro López, investigador del Centro Nacional de Historia e integrante de la Fundación Hugo Chávez, durante su exposición en el foro “Chávez: La forja del Comandante 1983-1998”.
La actividad se realizó en el Cuartel de la Montaña como parte de las actividades dirigidas a conmemorar la partida física del comandante Hugo Chávez, que comenzaron el pasado 5 y culminarán el próximo 15 de marzo, lapso que honra los 10 días que estuvo Chávez en el año 2013 en capilla ardiente en la Academia Militar.
En opinión de López, fue decisiva la permanencia de Chávez en los llanos venezolanos, “hay unos elementos de la territorialidad, de su identidad como llanero, de su búsqueda en esos recorridos que él hace por el Arauca, el Capanaparo, que se localiza en los llanos suroccidentales del país, el Cajón del Arauca”.
Sostuvo que fue una etapa decisiva porque es un encuentro de Chávez con una Venezuela “profunda pero en miseria, Elorza representa esos pueblos abandonados, y es cuando tiene un contacto muy cercano con pueblos indígenas cuiva y pumé, los más asediados y al margen de la sociedad”.
“Allí desarrolla (Chávez) un conjunto de sensibilidades muy interesantes para entenderlo a él en la formulación de la doctrina cívico-militar. Dice que Elorza es como un laboratorio social donde pone en práctica muchas de las ideas que viene manejando”, argumentó.
En el foro, López ofreció a los presentes un repaso histórico de la Venezuela de la década de los años 80, en la que el comandante Chávez “se fragua como líder popular, social”, así como la acción del Movimiento MVR-200 como organización cívico-militar y sobre todo su paso por Elorza en el estado Apure, y como se va progresivamente consolidando el movimiento insurreccional que “cobra forma el 4 de febrero de 1992”.
Asimismo, explicó el movimiento geopolítico del mundo en esa época y el “rol que jugó Chávez en el Movimiento MVR-200 en la búsqueda de lo que posteriormente sería el proyecto nacional Simón Bolívar, la Revolución Bolivariana y la recuperación de valores fundamentales que en esa década “están en crisis y conflicto, y que determina el fin del puntofijismo”.
En la exposición que parte del año 1983, un año después que el comandante Chávez hace su juramento en el Samán de Güere, también aborda aspectos relevantes como fue el “viernes negro” (devaluación del bolívar) en Venezuela, y continúa un recorrido histórico de seis años hasta llegar al año 1989, cuando ocurre la rebelión popular: el Caracazo, la cual se ubicó en Caracas y otras 20 ciudades del país.
López explicó cómo estos dos eventos históricos marcan un rol determinante no solo en la vida del comandante Chávez sino en su formación, y fue como un punto culminante del movimiento insurreccional.
DISTINTAS ETAPAS DEL COMANDANTE CHÁVEZ
En torno a las actividades culturales, de recreación e infantiles, que se llevan a cabo en el Cuartel de la Montaña, López comentó que están enfocadas en los valores y los momentos representativos de la vida del líder revolucionario. En ese sentido, comentó, las pagodas colocados en el patio del cuartel, contienen elementos y significan distintas etapas de su vida, desde sus raíces en su ciudad natal Sabaneta de Barinas, su juventud tricolor en la Academia Militar y su formación como militar hasta sus primeros años como oficial, una vez graduado en el año 1975 hasta el año 82, que hace su juramento en el Samán de Güere.