Luego de los eventos del 28 de julio, de la maravillosa expresión de Patria/Matria latinoamericana, caribeña, continental y mundial en los encuentros de la semana pasada (incluyendo el VII Encuentro de Solidaridad con Cuba, que se extiende a partir de ahora a solidaridad con Venezuela a través de sus pueblos) queda más viva que nunca la discusión sobre el legado del eterno comandante Hugo Chávez, y la concreción del chavismo como ideario político.
El encuentro de solidaridad debe dejar un saldo organizativo con la constitución de brigadas de solidaridad para informar y formar a la población en función de estas luchas de los pueblos del mundo, por la justicia social antiimperialista.
Para ello, el emblemático 5 de cada mes, en todas partes del mundo se realiza la «jornada del 5 por los 5», haciendo referencia a los 5 héroes cubanos, y a partir de ahora, luego del 5 de marzo, haciendo referencia a la Revolución Bolivariana como expresión del legado del Comandante eterno.
En cuanto al chavismo en sí, sobran los ejemplos prácticos y en la teoría mucho se ha escrito, pero quiero recoger lo desarrollado por el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, quien explica cómo «el socialismo renace de sus cenizas históricas» gracias a Hugo Chávez.
Para él, Chávez nos enseñó que la revolución puede ser un proceso en el que se entienda al Estado como una correlación de fuerzas donde confluyen el nacionalismo y el patriotismo como expresiones del socialismo; entendiendo que si el Estado es reflejo de la sociedad, cambiando la sociedad y sus flujos, se cambian los del Estado, a través de un proceso constituyente permanente, del que también habló Carlos Escarrá.
En dicho proceso viene a adquirir significado especial el Poder Popular, que a través de las misiones sociales logra romper con el funcionamiento tradicional del Estado, para sobreponer la voluntad colectiva que permita la satisfacción de necesidades básicas.
Pero también, García Linera subraya la dimensión internacional donde el presidente Chávez vino a desarrollar la base material del antiimperialismo a través de la unión, con expresión en ALBA, Unasur, Celac, PetroCaribe, empresas grannacionales, etc., legado que quedó sellado en las actividades de la semana pasada, incluyendo el encuentro de solidaridad, y los de esta semana como la Cumbre ALBA-TCP, el Foro de Sao Paulo y la visión de que otro mundo sí es posible.
Texto/ Carolina Escarrá Gil
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