La primera cinta venezolana del 2011 ya esta nominada a la Berlinale|El Chico que miente saldrá a la calle el 28 de enero

La dupla Rondón-Ugás trabaja en equipo desde su proceso de formación en el séptimo arte, Foto/Héctor Rattia

Luego del excelente año que tuvo el cine venezolano durante 2010, este año comienza por todo lo alto. Desde 1959, cuando Margot Benacerraf ganó el premio de la crítica en Cannes, Venezuela no había tenido presencia en alguno de los dos festivales clase A más prestigiosos del mundo, hasta la tarde del pasado martes 11 de enero, día en que se recibió la noticia de la selección de la cinta El chico que miente, de Marité Ugás, para participar en la edición de este año del prestigioso certamen de Berlín, Alemania.

La mañana del miércoles siguiente tanto Ugás como la productora del filme, Mariana Rondón, no habían terminado de superar la emoción, contenida quizá por el gran trabajo que implica el honor de la nominación.

En primer lugar, a unas dos semanas y media del estreno tenían la tarea, nada sencilla antes de la primera quincena de enero, de conseguir una imprenta abierta para hacer nuevos afiches con el distintivo que identifica la producción como seleccionada al Festival de Berlín (por exigencia de los organizadores del evento). También era necesario agregar a cada copia de la película unos cuantos fotogramas con la misma información. Y así una lista incontable de asuntos por hacer, cada uno más complicado que el otro.

En la agenda de medios apenas si quedó un espacio para el Correo del Orinoco, unos instantes antes de comenzar el ajetreo previo al estreno el día 28, incrementado además por la agradable noticia.

Tanto Ugás como Rondón aún no terminan de asimilar bien esta nominación del Chico que miente, una cinta que narra la historia de un niño de 13 años que perdió a su madre en el deslave de Vargas y viaja desde la Guaira hasta la península de Paraguaná. A lo largo del camino reinventa una y otra vez su propia historia en la tragedia. Poco a poco, también va develando su verdadero pasado. El guión fue confeccionado por esta dupla que trabaja en equipo desde su proceso de formación en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, en Cuba.

“Nos dijeron que para este año postularon unas 30 mil películas para el festival, de las que quedan entre 200 y 250 para las distintas las competencias, porque hay varias competencias dentro del Festival de Berlín. Eso es un universo mínimo y quedar en la selección ¡es como quedar entre los mejores del mundo! Además la carta que nos llegó fue maravillosa, porque decía: Esta ha sido una selección por unanimidad”.

«Son aproximadamente 13 seleccionadores que se reúnen, discuten y postulan las películas, ellos recorren el mundo entero buscando películas”, explicó Mariana Rondón con una alegría que parecía salir desde su interior para dominar sus gestos y el tono de su voz.

¿Esto fue completamente inesperado, no tenían ningún indicio de la nominación?

-Tuvimos la oportunidad y la suerte suerte de que la viera un curador en México, lo vio otro curador en Suiza y la vio una curadora aquí en Venezuela. Había tres opiniones que estaban a favor, sin embargo no había nada definitivo. Imagínate ¡cuando hay 30 mil postulaciones!

-¿Qué comentarios hicieron esos curadores sobre la película?

-Hicieron varios comentarios pero yo creo que en lo que coincidieron fue en que todos se emocionaron mucho.

¿Ellos tenían conocimiento de la tragedia, más allá de la noticia mundial que fue en su momento?

-Yo no creo que tuvieran una referencia directa. Podrían acordarse o no acordarse. Yo creo que ahí lo que importa es el resultado en sí, más que su referencia histórica. Esos acontecimientos son importantes para nosotros los venezolanos, es la herida que tenemos nosotros, pero es posible que eso también pueda ser parte de una historia que pueda afectar a otros en otros países.

A diferencia de otros países en donde se hace una película cada vez que ocurre una tragedia, esta es el primer largometraje que trata el tema de la tragedia de Vargas y hace un acercamiento, al parecer, muy respetuoso. Además, lo toma como punto de partida más que como el eje central de la historia.

-Sí, no hay manera de acercarse sino con mucho respeto, de hecho cuando filmamos en ‘La Guaira era muy impresionante porque en realidad estábamos rodando sobre un campo santo, muchas personas murieron en ese lugar. Cuando llegamos la energía, el estado de ánimo que tenía el equipo, todo fue muy fuerte. Entonces Marité, antes de empezar le dijo a todo el mundo, “bueno, señores, hagamos de esto un homenaje a toda la gente que murió aquí”.

Otro homenaje que hacen a los desaparecidos de la tragedia de 1999 es uno de los seis documentales que se hicieron en torno a la película. Cada uno de ellos será trasmitido a través de TVES en los próximos días, según informó Mariana Rondón.

Para ambas realizadoras, esta nominación a la Berlinale, como también se le conoce al evento, es desde ya un reconocimiento al esfuerzo de trabajo de más de dos años, no sólo de ellas, sino de más de un centenar de personas que sostienen la producción.

“Cuando Berlín te acepta como película, se supone que tu tienes detrás una maquinaria alucinante que te permite estar al día con cosas como esas… Sacar nuevos afiches, sacar nuevo todo, etcétera. Y no, no somos una maquinaria. Hacemos un trabajo así muy pequeñito de día a día, de mucho esfuerzo, de todos los días estar buscando ayuda y que todos los días recibas varios no por respuesta: Esta nominación es como poder decir ‘sí, si sigo’, esto vale la pena, es un esfuerzo que va a ser reconocido”, agregó la productora.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Héctor Rattia