Científicos chinos desarrollan una mini cámara para escanear multitudes de personas altamente estresadas, ofreciendo a los agentes una herramienta potencial para detectar posibles atacantes suicidas.
Sin embargo, la posible violación de la privacidad individual y el eventual abuso por parte de los organismos gubernamentales son dos problemas asociados a esta tecnología que despiertan cierta preocupación.
El desarrollo de las mini cámaras tiene lugar tras una serie de ataques terroristas perpetrados en lugares públicos.