El Gobierno de la República Popular China llevará ante tribunales a la trasnacional petrolera estadounidense ConocoPhillips por el caso de vertidos que desde el pasado mes de junio afectan la bahía de Bonai, en la costa norte del país asiático en el Mar Amarillo.
La Administración Oceánica Estatal (SOA, por su sigla en inglés), órgano gubernamental que regula las aguas territoriales de China, realizó el anuncio a través de un comunicado.
El referido ente aprovechó la ocasión para desmentir las informaciones de la prensa económica china que señalaban que el Gobierno central había decidido solicitar a la petrolera estadounidense una indemnización de 15 millones de dólares.
En ese sentido, la SOA detalló que todavía se evalúa la cantidad de dinero que solicitará a la trasnacional estadounidense como compensación.
Asimismo, la Administración asegura que llevará a los tribunales a las “compañías responsables”, con lo cual queda abierta la posibilidad de que también sea demandada la estatal CNOOC, socia de ConocoPhillips en los yacimientos donde se han producido los accidentes.
Sin embargo, en semanas anteriores SOA atribuyó a ConocoPhillips la responsabilidad en las obras de limpieza y contención del vertido.
Los yacimientos donde se produjeron los vertidos son propiedad conjunta de la estatal china CNOOC (que posee un 51 por ciento de las acciones) y ConocoPhillips (con el 49 por cien restante), pero es la estadounidense la que opera las plataformas.
Las dos empresas recibieron muchas críticas desde el pasado mes de julio, por haber tardado casi un mes en informar de los vertidos y haber dado en un principio cifras de superficie afectada mucho menores de las reales (actualmente se considera que el equivalente a unos dos mil 500 barriles de petróleo fue arrojado al mar).
Además, ConocoPhillips reconoció esta semana las grandes dificultades de detener los vertidos, producidos en el fondo de dos plataformas del yacimiento Penglai, que más de dos meses después de las primeras filtraciones sigue teniendo escapes de crudo.