Este año marca el 49o aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Venezuela, así como el 9o aniversario de la Asociación Estratégica Integral entre ambos países. En el idioma chino, el número nueve se pronuncia al igual que “duradero”. Por ello, en la cultura tradicional china este número no sólo alberga el buen augurio para una causa longeva, sino que también simboliza el inicio de un nuevo ciclo.
Los nuevos horizontes se abrirán si sabemos dar continuidad a lo que hemos conquistado. En los nueve años transcurridos, bajo la orientación estratégica y el impulso personal de ambos Presidentes, la Asociación Estratégica Integral China-Venezuela ha venido avanzando con toda firmeza e intrepidez, y cosechando fructíferos resultados, teniendo en todo este recorrido muchos momentos de gran valor histórico. Como cumplida muestra del apoyo mutuo, la cooperación solidaria y la defensa de la justicia, características que tan bien definen esta Asociación Estratégica Integral, estos momentos nos generan a la vez grandes expectativas sobre la visita de Estado del Presidente Nicolás Maduro a China cinco años después de su última.
Una decisión importante
En julio de 2014, el Presidente Xi Jinping realizó una visita de Estado a Venezuela en ocasión del 40o aniversario de relaciones diplomáticas entre ambos países, en la cual los dos Jefes de Estado anunciaron juntos la elevación de las relaciones sino-venezolanas a la Asociación Estratégica Integral. Así que, desde el inicio de los lazos diplomáticos en 1974 y el establecimiento de la Asociación Estratégica por el Desarrollo Conjunto en 2001, las relaciones bilaterales dieron otro gran paso hacia adelante y entraron en un nuevo período del desarrollo acelerado.
En los nueve años transcurridos a raíz del establecimiento de la Asociación Estratégica Integral, independientemente de los cambios de la situación internacional y regional, la amistad sino-venezolana se ha mantenido tan sólida como una roca. El Presidente Xi Jinping y el Presidente Nicolás Maduro han mantenido una estrecha comunicación a través de diversos medios. Bajo la orientación estratégica de los dos Presidentes, China y Venezuela han venido consolidando la confianza política mutua, y logrando resultados alentadores en su cooperación en los diversos campos, siempre apoyándose firmemente en los asuntos propios de sus respectivos intereses medulares. Durante largo tiempo, Venezuela se ha mantenido firme del lado de China en cuestiones como la de Taiwan, las relacionadas con Hong Kong y Xinjiang, así como la de los derechos humanos. Por su parte, China se opone enérgicamente a las sanciones unilaterales ilegales impuestas por Estados Unidos contra Venezuela, apoyándole firmemente a salvaguardar su soberanía y dignidad nacionales y defender sus derechos e intereses legítimos. Asimismo, China apoya al pueblo venezolano a elegir el camino del desarrollo acorde con sus propias condiciones nacionales.
En las buenas y en las malas
En mayo de 2020, en nombre del Gobierno venezolano, la Vicepresidenta Delcy Rodríguez entregó la Orden Francisco de Miranda en su segunda clase a la delegación de médicos chinos especialistas en control y prevención de Covid-19, en reconocimiento a su encomiable aporte a la lucha antiepidémica de la tierra de Simón Bolívar. Cabe recordar que cuando la situación epidémica de China estaba en el momento más crítico, el Presidente Nicolás Maduro y el PSUV hicieron llegar su solidaridad y apoyo a la parte china. Ante los impactos de Covid-19 en Venezuela, como gesto para retribuir los favores recibidos, China envió a este país un equipo médico de expertos antiepidémicos, el primero de esta índole para América Latina y el Caribe, proporcionándole además una importante cantidad de insumos médicos y vacunas. De esta manera, la cooperación antiepidémica se ha convertido en una vívida muestra de la cooperación mutuamente beneficiosa entre ambos países, escenificando uno de sus momentos más brillantes.
Desde el complejo habitacional Ciudad Tiuna para los venezolanos, hasta la cooperación satelital y la participación venezolana en la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS, por sus siglas en inglés), pasando por los proyectos de cooperación en ámbitos como infraestructura, comercio, inversiones y cultura, hasta la solidaridad y la ayuda mutua para superar las dificultades coyunturales durante la pandemia, estos nuevos años transcurridos han sido fiel testigo de una cooperación que se ocupa no sólo en poner la guinda al pastel, sino también en arrimar el hombro en los momentos más necesitados. En 2018, China y Venezuela firmaron el Memorando de Entendimiento sobre la Cooperación en el Marco de la Franja y la Ruta, inyectando un renovado dinamismo a la cooperación binacional. Este año, China celebrará el Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional. En este sentido, no nos cabe la menor duda de que la cooperación entre ambas naciones en el contexto de esta iniciativa contemplará perspectivas aún más amplias, trayendo mayores beneficios para ambos países y pueblos.
Una apuesta común
En septiembre de 2022, el entonces Canciller venezolano, Carlos Faría, asistió a la Reunión Ministerial del Grupo de Amigos de la Iniciativa para el Desarrollo Global. Actualmente, los cambios mundiales inéditos en una centuria están evolucionando con mayor celeridad, la recuperación económica mundial sigue siendo inestable y los conflictos geopolíticos surgen uno tras otro, acentuando aún más el déficit global de la paz, la seguridad, el desarrollo y la gobernanza. Siendo por igual miembros del Sur Global, ante el interrogante de nuestro tiempo -“Qué le pasa a este mundo y qué debemos hacer al respecto”-, China y Venezuela han apostado por el multilateralismo, así como la equidad y la justicia internacionales.
El Presidente Xi Jinping ha propuesto sucesivamente la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG), la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG) y la Iniciativa para la Civilización Global (ICG). Todo ello apunta a aglutinar de forma extensiva consensos y fuerzas, e implementar el concepto de la comunidad de futuro compartido de la humanidad con acciones concretas, aportando sabiduría y propuestas chinas para promover la causa de la paz, el desarrollo y el progreso de la humanidad. Venezuela apoya activamente estas iniciativas con acciones concretas, siendo uno de los primeros miembros del Grupo de Amigos de la IDG. En el marco del Grupo de Amigos de la IDG y el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, ambos países han venido profundizando la comunicación y la colaboración, y manteniendo una estrecha coordinación y concertación en los asuntos multilaterales, en defensa común del sistema internacional centrado en la ONU y el orden internacional basado en el derecho internacional. Con ello, han aportado contribuciones positivas para la construcción de la comunidad de futuro compartido China-ALC y la comunidad de futuro compartido de la humanidad.
Han sido nueve años de intensa andadura, y nueve años de florecimiento y cosecha. Estos momentos extraordinarios no sólo encarnan los frutos y el sudor del pasado, sino que también auguran la esperanza y las perspectivas del futuro. En el año entrante, China y Venezuela celebrarán el 50º aniversario de sus relaciones diplomáticas. En este gran momento para dar continuidad a lo conquistado y abrir nuevos horizontes, ambos Presidentes aprovecharán esta oportunidad para reforzar la amistad, abordar la cooperación y planear el futuro, con vistas a promover las relaciones sino-venezolanas en la nueva era a avanzar con pasos firmes y llegar lejos. Esta causa tan beneficiosa para ambos pueblos aportará nuevas contribuciones a la salvaguarda de la paz y la justicia internacionales.
T/Xi Pu
Observador de asuntos internacionales en Beijing
F/ Cortesía