El conocido profesor y filósofo estadounidense Noam Chomsky aseguró el martes que la ocupación del territorio iraquí por las fuerzas estadounidenses y británicas en las últimas décadas es la causa del surgimiento del grupo terrorista Estado Islámico (EI, Daesh en árabe).
«Los Estados Unidos han creado al EI», aseveró Chomsky en una rueda de prensa en la sede de las Naciones Unidas, pues, a su juicio, la invasión estadounidense provocó la segregación de la sociedad iraquí, y por ende los «conflictos sectarios» en el país.
Estos conflictos sectarios prepararon gradualmente el terreno para la formación de corrientes radicales entre los musulmanes suníes de Irak, y por último, concluyeron con el surgimiento de Daesh, agregó.
Chomsky también acusó a Estados Unidos de haber creado las condiciones previas a la aparición del grupo terrorista Daesh con las «bombas» de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el aislamiento al que sometió a la «frágil sociedad de Irak».
Este grupo terrorista, recordó, arraiga en las sectas wahabíes y salafíes de Arabia Saudí que, antes de Daesh, eran las más radicales de entre las que se dicen a sí mismas musulmanas.
Con relación a la ciudad sirio-kurda de Kobani bajo el asedio del EI, Chomsky demandó al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte una «fuerte resolución» para protegerla de la destrucción de Daesh y de sus consecuencias.
Los últimos avances del EI en Kobani -el pasado viernes se apoderaron del cuartel general de los kurdos- muestran la ineficacia de la intervención militar de EE.UU. y sus aliados en Siria.
Antes de que la denominada coalición internacional anti-Daesh empezara sus operaciones aéreas en Siria, el 23 de septiembre de 2014, varios analistas políticos se cuestionaron tanto la buena voluntad de Occidente como la efectividad de las incursiones.
En su opinión, Washington y sus aliados pretenden reforzar su presencia militar interesada en el Oriente Medio y no erradicar el terrorismo, ya que, de facto, EE.UU., Turquía, Arabia Saudí y Catar han financiado a grupos extremistas como EIIL para forzar la caída del Gobierno de Damasco.
La postura de Turquía al respecto es más que evidente: se niega a ayudar a las fuerzas kurdas que combaten en Kobani, a pocos kilómetros de sus fronteras, e impide a los voluntarios kurdos que pasen al otro lado para socorrer a sus conciudadanos, masacrados por el EI. Turquía solo intervendrá en Siria, han anunciado las autoridades, si la lucha contra el EI implica la caída del actual Gobierno sirio.