La Fundación de Capacitación e Innovación para el Desarrollo Rural (Ciara) atiende actualmente 120 unidades de agricultura urbana en el estado Carabobo, informó ayer el coordinador estadal de este organismo, Ernesto García.
García aseveró que las unidades se concentran en Valencia, y se les está prestando el apoyo técnico y de formación. Las organizaciones se están incorporando paulatinamente a la nueva cartera de Agricultura Urbana, afirmó.
El vocero explicó que en los 120 patios y pequeños huertos se siembran y cosechan tomate, pimentón, ají dulce, acelga, berenjena, zanahoria, entre otros, los cuales son los rubros que el ministerio ha establecido como priorizados, pues “son ciclo corto, que caben en promedio de tiempo el plan de los 100 días”.
El director regional del recién creado ente ministerial indicó que arrancó el proceso de inclusión de las experiencias en espacios de entes del Estado, y en otras, en procura tener una sola data de los huertos y patios productivos en Carabobo.
PLAN DE 100 DÍAS
“Como se sabe ya está en marcha el Plan de los 100 días de Agricultura Urbana, activado el pasado fin de semana por el presidente Nicolás Maduro, y la ministra del área, Lorena Freitez”, reiteró García, quien recordó que también se habilitó un registro de las unidades de agricultura urbana en todo el país, el cual inició el pasado 28 de febrero y terminará el 21 de marzo, registro que se concreta mediante la colocación de datos requeridos en la página web www.minppau.com y el 0800-SOYAGRO.
Aclaró que allí se inscriben las nuevas experiencias. “También tienen cabida las unidades que ya vienen produciendo, o simplemente que estuvieron trabajando un tiempo y que hoy se hallan inoperativas”, agregó.
“Queremos impactar en nuestras ciudades con esta cantidad de alimentos. Por ejemplo, a Valencia queremos convertirla en una ciudad productiva, una meta que debe hacerse entre todos los que laboran desde sus hogares la siembra, la cual, por cierto, carece de agro tóxicos”, acotó.
LA VÍA
A su juicio, la agricultura urbana no está arrancando de cero, sino que “desde hace 10 o 12 años se maneja con fuerza en varios puntos del país”. “Con este aporte no se pretende satisfacer todas las necesidades alimentarias, pero sí que genere un impacto importante “porque primero aprendemos, dejamos de ser simples consumidores, y nos involucramos en la producción de un país”, enfatizó.
“Mucha gente ataca a estas formas de cultivar por desconocimiento, o por alguna intencionalidad política, mas este sistema se ha venido implementando con éxito en muchos lugares del mundo, y cuando la persona se involucra y empieza a ver que es factible y necesaria esta forma productiva, va creciendo la aceptación general”, dijo García.