Andre Greipel recogió el restigo de su compatriota Marcel Kittel, cortado en los últimos kilómetros, y logró la cuarta victoria alemana en la sexta etapa del Tour de Francia que este jueves terminaba en Reims. El corredor del Lotto no faltó a su cita con la ronda gala, donde ha conseguido victorias en las últimas cuatro ediciones. Entre los favoritos, sin novedad: Nibali sigue como flamante maillot amarillo.
Sin Kittel, todo es más fácil. El corredor del Giant se quedó cortado en el último tramo de la etapa debido a una avería mecánica y no pudo disputar el sprint. Y, entre los mortales, el mejor fue Greipel. El del Lotto se puso el mono de trabajo y consiguió con mucha autoridad una victoria que amplia su buena sintonía con esta carrera. Es ya su sexta victoria en la ronda gala, donde empezó a despuntar en 2011.
El día, en principio, servía para calmar las cosas entre los favoritos después del terrible día vivido el miércoles con el pavés. Pero no fue todo lo relajado que cabía esperar. La lluvia volvió a hacer estragos en algunos corredores. Fue el caso de Xabier Zandio, que ayer estuvo involucrado en la caída que sirvió para que Froome dijera adiós al Tour, que abandonó en mitad de etapa. El mismo camino siguieron Egor Silin, del Katusha, y, más tarde, Jesús Hernández. El del Tinkoff se fue al suelo y supone una gran pérdida para Contador, que lo tenía como uno de sus principales escuderos para las etapas decisivas.
Pero la carrera debía continuar y una escapada del día compuesta por Pineau (IAM), Leezer (Belkin), Maté (Cofidis) y Gerard (Bretagne) sirvió para animar la contienda. Sin embargo, su apuesta era demasiada arriesgada. Pese a la lluvia y el viento, el perfil de hoy era muy llano y propicio para que los equipos de los sprinters dieran rienda suelta a su potencial.
Su ventaja, siempre controlada, se fue al traste cuando faltaban menos de 20 kilómetros para el final. Sólo Maté intentó, a la desesperada pero siempre valiente, mantener con vida su aventura. El andaluz lo volvió a intentar como ya hiciera el otro día con Voeckler, pero fue inútil. Atrás no querían sorpresas y el del Cofidis fue absorbido a 11 de meta.
La lluvia volvía a hacer acto de presencia y equipos como el Tinkoff de Contador se situaban primeros del gran grupo para evitar sustos de última hora. Luego llegaría el turno de los favoritos. El viento provocó un corte en los últimos kilómetros. El despiste pilló a un hombre para la general como es Pinot, que cedió 59 segundos en meta. Otros, como ‘Purito’, 4:51 de los primeros, no se inquietaron. El catalán sigue cediendo tiempo consciente de que su lucha es pelear por una etapa y afinar su puesta a punto para la Vuelta. Sabe que, cuanto más lejos de los gallos esté en la general, más posibilidad de que le dejen hacer cuando ataque en la montaña.
Su deseo de descorchar una botella en este Tour es precisamente lo que consiguió Greipel, que venció sin problemas al sprint por delante de Alexander Kristoff y Samuel Dumoulin. Los sprints de esta edición son, de momento, alemanes. Este viernes, día tranquilo, a priori, para los favoritos. Una etapa entre Épernay y Nancy (234.5 km) aunque con un final algo más nervioso que el de hoy. Podría haber sprint, pero tampoco se descarta que llegue una escapada buena que aproveche las subidas que hay concentradas en el último tramo.