Ayer se cumplieron 50 años de “la píldora”|Con la pastilla anticonceptiva el sexo dejó de estar unido a la reproducción

La píldora, 50 años después, todavía es inaccesible en algunos países

Injuriada por quienes la consideraban la puerta para el caos sexual, pero considerada una verdadera plataforma liberadora por la mayor parte de las mujeres del mundo. Así nació la píldora anticonceptiva, hace 50 años.

El sexólogo Rómulo Aponte explica que, “con su creación, se amplió la perspectiva y las dimensiones de la sexualidad humana, rompiendo el vínculo entre el sexo y la reproducción”.

Así, “la reproducción pasó a ser, como debe ser, objeto de la decisión del hombre y la mujer, y no del azar; mientras el sexo se unió al placer, al gozo y la calidad de vida”.

El experto resume su idea en pocas palabras: “El sexo pasó a ser un vínculo fundamental en la relación de pareja”.

La “píldora” vio la luz pública el 9 de mayo de 1960, un día como ayer, cuando la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la venta de Enovid, una dosis concentrada de hormonas que evitaba la ovulación de la mujer y, con ello, potenciales embarazos.

“Las expectativas, desde el principio, fueron tan inmensas como controvertidas”, afirma la historiadora Elaine May Tylor, escritora del recién publicado libro America and the Pill (América y la píldora), reseña la agencia de noticias EFE.

Según Tylor, “había mucha emoción entre doctores y activistas. Creían que iba a ser trascendental, que resolvería la pobreza, equilibraría el crecimiento mundial de la población, permitiría a las familias ser más prósperas y cumplir sus sueños”.

No obstante, añade, “al mismo tiempo, las consecuencias sociales alimentaron un debate en la prensa de la época, que discutía si aquella pastilla podía dar rienda suelta al libertinaje sexual”.

Jill Sheffield, presidenta de Women Deliver, organización que ha convocado para junio una cumbre mundial en Washington sobre el futuro de la tecnología anticonceptiva, declaró a varios medios de comunicación que desde el punto de vista histórico, la píldora se entiende como “un catalizador de cambio social”. Cuando una mujer puede controlar su fertilidad, “puede manejar su vida y esto tiene unas implicaciones inmensas sobre la familia, la comunidad y la economía de un país”.

Aunque la ciencia ha introducido nuevos métodos y los avances médicos se concentran en otros aspectos de la salud maternal, como el uso de microbicidas para prevenir el sida y nuevos test para detectar sífilis, la píldora todavía es revolucionaria. Con motivo de su 50º aniversario, expertas y expertos aseguran que el problema que le impide serlo aún más es el acceso y el costo, sobre todo en las áreas rurales de países en África y Asia”.

PENSADA PARA Y POR MUJERES

El anticonceptivo oral es el logro de dos mujeres que impulsaron la investigación de este medicamento: Margaret Sanger y Katharine McCormick, dos feministas que, cuando cumplían ya los setenta años, se propusieron encontrar la “píldora mágica”.

Para ellas, “la píldora era una herramienta para la emancipación de la mujer. La liberaría de tener que elegir entre su carrera y su familia”, señala Elaine May Taylor.

Sanger, enfermera, fue la fundadora de Planned Parenthood, una organización que hoy día aún es centro de la polémica en Estados Unidos, por ayudar a las jóvenes que lo desean a interrumpir sus embarazos.
McCormick, bióloga, fue la segunda mujer en la historia en graduarse en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Era “una señora muy, muy rica”, subraya Taylor.

Con la persuasión de las dos mujeres y la financiación de la segunda, el doctor Gregory Pincus pudo avanzar con sus investigaciones para desarrollar la píldora, lo cual logró en 1955, pero fue aprobada como método anticonceptivo cinco años después.

CIFRAS EN PÍLDORA

Según datos de la organización Women Deliver, reseñados por la agencia de noticias EFE, más de 215 millones de mujeres han utilizado la píldora para planificar sus vidas, durante el medio siglo que lleva la invención. No obstante, otros 200 millones, la mayoría de países en proceso de desarrollado, aún no tienen un acceso fácil a ella.

Women Deliver estima que, si llegase a esas mujeres que la necesitan, se reducirían 50 millones de embarazos no deseados y se salvarían las vidas de 150.000 mujeres y 640.000 recién nacidos.

Medio siglo después, la píldora es el segundo método anticonceptivo más utilizado en el mundo, y el primero en todos los continentes, excepto en África y Asia, según un informe de Naciones Unidas de 2009.

Un 8,8 por ciento de todas las mujeres casadas o en pareja, de 15 a 49 años de edad, la utilizan. En Europa, Latinoamérica, el Caribe y Norteamérica es el primer método anticonceptivo usado por las mujeres.

ESTUDIAN LA PÍLDORA PARA HOMBRES

Desde el año pasado, la Organización Mundial de la Salud lleva a cabo un estudio en la Universidad de Münster, Alemania, para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres en términos de anticoncepción, con el uso del píldoras masculinas.

Según la agencia de noticias DPA, la píldora para el hombre es, en realidad, una inyección de hormonas. Al contrario de lo que ocurre con las mujeres (quienes deben tomar diariamente el fármaco), los hombres sólo necesitan someterse a una aplicación cada dos meses.

Justamente al cumplirse el 50º aniversario de la aprobación de la píldora anticonceptiva en Estados Unidos, la industria farmacéutica, que había suspendido las investigaciones, vuelve a mostrar interés en el tema, dicen expertos.

“En cuatro años o cinco años, tal vez, estaremos lanzándola al mercado”, indicó el director de la investigación, Michael Zitzmann, de la Universidad de Münster. Asegura que “las 80 parejas que actualmente participan en el estudio que se realiza en Alemania están conformes con los resultados y hasta ahora no ha habido problemas de ningún tipo”.

Zitzmann, especialista en andrología del Centro de Medicina Reproductiva de Münster, también cuenta que el método es más confiable que la píldora clásica, y de seguridad comparable a la vasectomía.

Especifica que “tres meses después de la primera aplicación, los hombres ya no tenían espermatozoides”, y aclara que “si las aplicaciones se interrumpen, la producción de espermatozoides se recupera completamente en un lapso de semanas”.

T/Alexander Escorche Caña
F/Archivo CO