Mas de 120 millones de combos de alimentos distribuyen los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) para amparar a 24 millones de personas en Venezuela. La extensión y efectividad de esta política del Estado se ejecuta paralelamente con el Plan de Soberanía Alimentaria, que busca garantizar la independencia en la producción de alimentos.
Los CLAP son estructuras organizativas del Poder Popular y se han constituido en la más grande y numerosa organización social de la Revolución Bolivariana. Superan las 32 mil unidades comunales, que están activas para proteger a más de 6 millones de familias con un modelo de distribución directa y producción local en los 24 estados del país.
El Plan de la Patria 2019-2025 señala que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción son estructuras estratégicas para avanzar en las bases económicas y materiales para la transición al socialismo, es decir, para ir a un «modelo económico productivo incluyente, eficiente y justo, liberando las fuerzas productivas, a efectos de satisfacer las necesidades de nuestra población».
El Gobierno venezolano creó este programa en abril de 2016 como respuesta al asedio y el estrangulamiento económico que activaron gobiernos capitalistas del mundo. El secuestro de los fondos ascienden a 4.836.313.030 euros.
A pesar de esto, los CLAP, nueva fuerza en la economía de Venezuela distribuyeron en el año 2018 1.723 mil toneladas de alimentos.
Con referencia a los CLAP, el presidente de la República Nicolás Maduro expresó el 13 de marzo de 2017: «Venezuela está escribiendo una nueva página en la lucha por el socialismo que puede servir de ejemplo en el continente».
Ataque a los CLAP
Los ataques a esta política del Gobierno Bolivariano son promovidos por Estados Unidos. Washington aplica arbitrariamente sanciones, multas y penas por «corrupción» a personas y empresas, según ellos, ligadas a este sistema de distribución de alimentos subsidiados y dirigidos a las familias venezolanas.
Una nueva acción coercitiva se ejecutó este jueves el Gobierno estadounidense, que anunció nuevas sanciones contra «funcionarios y compañías» porque tienen vínculos con los CLAP. Como respuesta, el presidente Nicolás Maduro afirmó: «Ni con un millón de sanciones» detendrán a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción».
«El imperio gringo (estadounidense) se desespera por los CLAP y toma medidas de sanciones aquí y medidas de sanciones allá, y les digo, señores del imperio, ni con un millón de sanciones detendrán los CLAP, los CLAP son del pueblo y nadie se los quita», exclamó Maduro.
La progresividad de estas maniobras imperiales no son nuevas. Cabe mencionar que el pasado 19 de mayo la administración Trump sancionó a 10 de las 12 navieras que trasladaban alimentos a Venezuela, lo que ocasiona retrasos de hasta tres en la llegada de las naves al país.
Los pagos directos por transferencias bancarias en dólares que realiza el Estado son a menudo rechazados y se debe pagar por medio de terceros países. Un pago «que se ejecutaba en 20 días, ahora dura 45, 60 días», detalló el jefe de los CLAP, Freddy Bernal.