1 Libro polifónico
El Quijote es considerado el germen de la novela moderna. Varios géneros convergen en él: cuento, tragicomedia y la épica.
“La voz es autorreflexiva, hay metaficción y autoconsciencia, varias voces y puntos de vista, entre otros elementos” se hallan en este libro, explicó el profesor chileno Sebastián Reyes en 2015.
2 La maestría del narrador omnisciente
Cervantes supo jugar con el narrador omnisciente y demostrar su dominio en la literatura de su tiempo.
«Este gran narrador hace muchas cosas: relata en tono neutro, valora, comenta, critica, se burla, hace chistes, y su actuación, si así podemos llamarla, va cambiando, se va moviendo, así como todo en el Quijote ‘se mueve’”, explica Margit Frenk, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
3 Riqueza lingüística
La obra maestra de Cervantes es también reconocida por su riqueza lingüística.
«El Quijote reflejó los múltiples matices que la variedad lingüística supone en todos los planos (…) Cervantes demostró que las lenguas, como los caballeros andantes, están siempre en movimiento, cruzándose en los caminos unas y otras, más allá de cualquier frontera que se les ponga por delante”, indicó en 2016 la filóloga española Aurora Egido.
4 El Quijote es cercano a las personas
Cervantes logró que el Quijote no solo estuviera al alcance de los letrados sino que se preocupó porque resultara muy asequible a cualquier lector.
Además, en sus páginas se exponen temas fundamentales que conciernen a la humanidad como el amor, la justicia, la amistad, entre otros.
5 Sabiduría popular
«La sabiduría popular, desgranada en sentencias y proloquios, en cuentos y refranes, derrama en el Quijote pródigamente sus tesoros y hace del libro inmortal uno de los mayores monumentos folklóricos», describió Menéndez Pelayo en 1941 para destacar la riqueza popular que se encuentra condensada en las páginas de esta joya de la literatura universal.
