Consideran especialistas internacionales|La circulación de bienes es uno de los principales inconvenientes de la Economía Cultural

La necesidad de generar circuitos para la circulación de bienes culturales, la consideración del tema fiscal para la creación de fondos y presupuesto, así como la sensibilización de los cultoras para que se vean a sí mismos como eslabones de una cadena de creación de riqueza fueron algunos de los puntos desarrollados por los invitados internacionales al primer Foro de Economía Cultural que se desarrolla desde ayer y hasta hoy en la sede principal de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unerte), en Caracas.

“Lo que quiero predicar acá es fundamentalmente que Latinoamérica es un mercado muy importante, en términos de tamaño, en el ámbito cultural. Pero la circulación (de bienes y servicios) en todos los ámbitos de la cultura” es uno de los principales problemas, no solo en Venezuela, sino en toda la región, asomó como premisa el colombiano Bernardo Jaramillo Hoyos, subdirector de Producción y Circulación del Libro en el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlac).

GENERAR CIRCUITOS

Por ejemplo, agregó Jaramillo Hoyos, la amplia producción editorial nacional que se evidencia en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) no se conoce en el resto de nuestros países vecinos e inclusive. “Igual ocurre que las editoriales de los países de Latinoamérica sólo se conoce en circuitos nacionales escasamente, eso porque tenemos redes de librerías muy débiles en nuestros países. Pero en realidad hay un mercado potencial muy grande por explotar y de eso es lo que queremos hablar estos días acá en Caracas”, expresó el invitado neogranadino en un encuentro con los medios de comunicación social antes del foro.

Por su parte el también colombiano Octavio Arbeláez Tobón, director del Festival Internacional de Teatro de Manizales, se refirió a la necesidad de actualizar estudios necesarios para revelar datos que permitan entender mejor la naturaleza y los mecanismos de las economías culturales de nuestros países.

No obstante, en coincidencia con su compatriota, consideró evidente la necesidad de crear políticas públicas para promover el concurso de Venezuela en los mercados culturales internacionales “y la promoción de industrias culturales y creativas abarcantes e incluyentes de la amplia diversidad de nuestro país.

MÁS ALLÁ DE LO SUSTENTABLE

El tercer invitado internacional a la actividad, el brasilero Alfredo Manevy, ex Secretario de Políticas Culturales del Ministro Interino de Cultura de Brasil, aportó que uno de los principales temas de debate de esta materia debería estar orientado a buscar las maneras de crear una economía cultural, no solamente sustentable, sino además capaz de beneficiar a nuestras naciones y especialmente a las creadoras y creadores.

En opinión de Manevy, esto pasa precisamente por la configuración de espacios para la circulación y flujo de bienes culturales tanto a lo interbno de Venezuela como hacia los paises vecinos de la región.

PROMOVER

“Hemos visto como un problema fundamental la visibilidad de los productos que estamos creando en todas las área de las industrias culturales. En este sentido pensamos que un primer deber de la política publica es hacer visible lo que creamos. Cada día se registran cerca de 550 títulos editoriales en Latinoamérica. Eso es una producción colosal en términos de volumen, pero no circula y la dificultad, en primer lugar, se debe a la poca visibilidad que tienen estos títulos”, insistió Jaramillo Hoyos en el encuentro con los medios de comunicación social.

En este mismo orden de ideas Arbeláez Tobón señaló a los espacios de integración regional como plataformas de mucha importancia para potenciar espacios culturales comunes desde la dimensión política

“Entendemos que esta convocatoria (al foro) tiene una significación muy importante, porque es la sunción por parte del gobierno del de Venezuela de un liderazgo y un interés en buscar solución de la economía de la cultura y a la generación de estos espacios integradores”, declaró Arbeláez Tobón

EL ROL DEL ESTADO

Para Alfredo Manevy, en el contexto actual el Estado debe pensar en la cultura como una cadena integrada que va más allá de la producción creativa.- De tal manera que el rol institucional no debe concentrarse exclusivamente en el apoyo a la producción, sino extender su acción de todo el recorrido de los bines culturales hasta la llegada al público.

Maney refirió el caso del cine en Brasil, específicamente en Sao paulo, donde se producen un importante número de obras que no tienen pantallas. Para solucionar este problema, la institución pública que dirige elaboró una importante inversión en la creación de 20 salas públicas de cine que garantizan unas 200 funciones a la semana.

El Brasileño explicó que, luego de aplicar los estudios necesarios para comprender mejor l economía cultural de su país, el Estado comprendió la necesidad de intervenir para regular las distorsiones del mercado en este sector y equilibrar las desigualdades.

“Esas son tareas muy importantes, porque hay cosas que el mercado no hace y hay que operar para equilibrar las coas y, por otra parte a veces necesitamos que el mercado haga cosas que no podemos hacer desde el ejecutivo. Por ejemplo, el impuesto para mi es fundamental para que una economía de la cultura tenga una estructura tributaria que sea capaz de comprender la necesidad de crear los incentivos fiscales cuando hay que hacerlos o los nuevos tributos cuando sean necesarios”, recomendó el ex secretario de políticas culturales (2006­2008) en la gestión del Ministro Gilberto Gil y ex viceministro de cultura en la gestión Juca Ferreira (2008­-2010).

T/Luis Jesús González Cova
F/José Miguel Meneses