Citadinos disfrutan de un espectacular crepúsculo de paraguas multicolores

A un mes del decorado del pasaje Linares con paraguas multicolores, muchos caraqueños y visitantes continúan acudiendo a la calle empedrada para “autofotografiarse” en grupo, en pareja o individualmente, teniendo el cuidado de que en el encuadre aparezca el vistoso fondo de arriba, detrás de rostros sonrientes y divertidos. La iniciativa causó furor en los primeros días en que cientos de personas acudieron a la céntrica calle del casco central, que sale de la plaza San Jacinto para tomarse su respectivo “selfie” y compartirlo con los amigos y familiares por las redes sociales.

El decorado de paraguas, que sustituyó al ambiente navideño del pasado diciembre, estuvo a cargo del gobierno del Distrito Capital, encabezado por Carolina Cestari y el plan Juntos Todo es posible, proyecto mediante el cual, el año pasado, se refaccionaron casi todas las aceras del centro capitalino, y que luego, tras lo exitoso del trabajo, el presidente Nicolás Maduro, a través de Venezuela Bella, decidió extenderlo a todo el país.

En los primeros días, la novedad de los paraguas suscitó algunas críticas del llamado “escualidismo irracional”, que se opone a todo, y que fueron acalladas por la avalancha de opiniones favorables, de quienes asumen la iniciativa como un aporte al rescate y embellecimiento de los espacios públicos del casco histórico capitalino que incluye la plaza San Jacinto, la casa natal de El Libertador, y el conjunto arquitectónico adyacente al pasaje Linares.

“Los paraguas multicolores del pasaje Linares, ubicados entre la avenida Universidad y la plaza El Venezolano en el Casco Histórico de Caracas, son el nuevo atractivo familiar en la capital de Venezuela”, informó en su oportunidad Ernesto Villegas, ministro del Poder Popular para la Cultura a través de su cuenta en la red social digital Twitter.

Este espectáculo denominado Cielo de sombrillas o “umbrella sky”, tiene su origen en Agueda, ciudad de Portugal, que en 2011 creó esta decoración por los bajos costos y para dar sombra a las zonas comerciales. La tendencia fue imitada por otras ciudades de España, Estado Unidos y ahora Caracas, con más de 200 sombrillas multicolores, que transmiten una sombra de paz y sosiego .

En realidad fue la ciudad de Los Teques, la primera en inaugurar lo que denominaron un “arcoíris de paraguas”, en lo alto del bulevar Lamas, de la capital mirandina, en octubre del año pasado con motivo del 241 aniversario de la ciudad.

La alcaldesa de Los Teques, Wisely Álvarez, destacó que a partir de la fecha de inauguración, el bulevar sería conocido como la calle de los paraguas para evocar una ciudad colorida que transmite alegría, cultura, recreación. Los paraguas fueron elaborados por mujeres y trabajadores del municipio Guaicaipuro.

Mientras los caraqueños se las ingenian para retratarse en el pasaje Linares, en la plaza San Jacinto prosiguen las labores de mantenimiento del sector, y de refacción del grupo de negocios que antiguamente eran ocupados por piñaterías, un restaurante, y otras tiendas.

En un árbol de la plaza, un cartel pegado al tronco advierte a los dueños de mascotas : “Los desechos del perro no traen suerte ¡recógelos!”.

Ver más allá

Ayer en la mañana, un grupo de jóvenes armaba diferentes posturas que compaginaran armoniosamente con el cielo de paraguas. La mayoría veía hacia arriba, como mirando el empíreo, manteniéndose estático por unos cuantos segundos. Las mujeres acostumbran adoptar una postura graciosa y coqueta, colocadas las dos manos sobre la cintura, una pierna colocada adelante con el zapato medio levantado en la punta. Otras extienden los dos brazos hacia los lados. Algunos que vienen del interior muestran con sus dedos la V de victoria.

“Muy bueno, muy bueno. Creo que hacía falta algo así para uno distraerse en medio de tantos problemas, ¿me entiendes? Aquí uno viene y se olvida un poco”, dice Jesús Tovar, mientras se retrata con su hija Yorgelis Fuenmayor.

-Hay gente que lo critica…

-Si, bueno, siempre va a haber el que no le gusta, el que se queja y dice ay, gastaron en eso y no en otra cosa, pero no ven el más allá, en el sentido de que uno puede recrear la mente, olvidarse un poco de la crisis. Y gana la ciudad. Allí es donde entra la mejoría de la calidad de vida y te olvidas un poco de todo. Me parece bien. Hacía falta.

A Viviana Bejarano y su amiga Jenirée Navas, merideña, les parece bellísimo, espectacular, el conjunto de paraguas multicolores.

“Al menos para uno distraerse y tomarse fotos está muy bien. Hay gente que lo critica pero yo lo veo bonito”, dice Viviana,

En una de las tiendas del mercado San Jacinto, un hombre hace saber su inconforrmidad.

“Al menos viene bastante gente y se distrae, pero yo no malgasto plata en esa vaina; lo invierto en comida”, señala.

A José Antonio Jaimes no le parece prioritario colgar un poco de paraguas en un callejón que, según considera, se van a perder cuando caiga un palo de agua.

“En estos momentos no causa ningún efecto “, afirma, “porque estamos viviendo una crisis, estamos viviendo en un país donde todo es un problema. Esto lo que hace es engañarnos a todos. Pones un callejón ahí y ¿por qué no estructuran todo bien? Las calles están rotas. Esto es una distracción para el pueblo, si estuviésemos todos en un bienestar social, un bienestar económico, esto fuera una maravilla ¿ves ? Fuera excelente. Lo apoyara mil veces, pero cómo voy a apoyar algo cuando paso por aquí y veo basura por allá abajo, o los niños comiendo de la basura, los huecos en las calles, los botes de agua. Se hace algo por aquí pero lo más importante no se hace.

-¿Y no creer que las dos cosas se pueden hacer a la vez?

-Yo creo que se pueden hacer las dos, las tres, todas las cosas a la vez, pero si se tiene corazón. Allá está un paraguas guindando. Cuando llegue un ventarrón o caiga un palo de agua, ese trabajo se pierde. Es una plata invertida ahí, mal hecha, cuando tenemos muchas carencias aquí en el casco histórico.

-¿Cómo cuáles?

-Como la delincuencia, los carros aquí en la plaza mal estacionados, las motos ¿ves? En las calles de los alrededores no hay alumbrado público. En la esquina de la Branger hay un bote de agua que ya tiene meses y está rota.

Disfrute en familia

Oscar Pérez Hernández, recibiendo el sol tibio de la mañana en uno de los bancos de la plaza San Jacinto, considera estupendo y fabuloso el conjunto de paraguas, es una belleza.

-Esto ha cambiando demasiado (la plaza San Jacinto) -dice. La gente viene a bailar, a disfrutar, los turistas. Viene a compartir. Gracias a nuestro Gobierno, esto nos ha permitido que la gente ocupe los espacios, que podamos reunirnos en familia, pasarla con tranquilidad ¿qué más le puedo decir?.

-¿Qué le ha parecido el rescate del casco histórico?.

-Es la Venezuela bella, sobre todo la Caracas Bella. Se ha visto la labor que ha hecho Érika Farías. Muy bueno, muy interesante. Soy profesor jubilado de educación media, en el Liceo Lino Gallardo, de Los Mecedores y en la Guardia de Honor en el Palacio de Miraflores. Ahorita aspiro a entrar nuevamente en educación por el plan Chamba Adulto Mayor. Estamos a la espera. Soy graduado en Artes plásticas, mención dibujo y pintura.

José Millán coincide con Oscar Pérez Hernández, sentado a su lado, en cuanto a la importancia del rescate del casco histórico. Admite, sin embargo, que es necesario sostener una política de mantenimiento.

La recuperación de los espacios públicos permite ofrecer otra visión de lo que es Caracas, dice, aunque lamenta que los carros sigan transitando sin orden en los espacios peatonales. Recomienda que la alcaldía caraqueña meta la mano para poner orden, ya que recuperar lo dañado a la larga resulta más costoso.

Alaba la recuperación de los alrededores de la Casa de Bolívar y de la estructura que antes albergaba tiendas y piñatas.

“Me parece estupendo porque eso era un baño público, era horroroso. La recuperación permite darle otra visión, otro uso distinto y sobre todo se trata de que por allí está la casa natal de El Libertador, entonces, la recuperación es bastante importante, pero insisto en que se debe proteger y evitar que transiten tantos vehículos y motos en una zona que es totalmente peatonal. También la iluminación es importante. Hay algunas calles que están a oscuras.

-Hay gente que critica que hayan adornado el pasaje Linares ¿Qué le parece a usted?

-Aquí la gente si lo hace otra entidad, dicen que está bien, pero como se hace en revolución, señalan que está mal. Es la parte de contradecir, contradecir, contradecir.

-¿Será que como decía Joselo, critican por criticá?.

-Exactamente, por decir algo, pero no aportan.

T/ Manuel Abrizo
F/ Luis Graterol