Ciudad CCS ha dictado cátedra de buen periodismo

En diez años de trayectoria, cumplidos en agosto, el periódico promovido por la alcaldía celebra haber cumplido su misión de hacer un periodismo sin mentiras, ni manipulaciones, puesto al servicio de los habitantes y de los mejores propósitos de una urbe vendida por la prensa opositora desde el enfoque de la inseguridad

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Mercedes Chacín relata que el primer ejemplar de Ciudad CCS circuló el 8 de agosto de 2009; unas tres semanas después salió el Correo del Orinoco. En las primeras de cambio el periódico se vendía en los quioscos, pero la devolución era muy alta. La estrategia de captar lectores para un impreso desconocido, que entraba a competir con los grandes medios capitalinos, no dio resultado. Entonces, el alcalde caraqueño Jorge Rodríguez, promotor e impulsor del proyecto, decidió que se entregara gratuitamente. Ernesto Villegas, quien tiempo después entró al gabinete ejecutivo de Hugo Chávez, Felipe Saldivia, quien años después pasó a gerenciar el complejo editorial de la Cadena Capriles, y la propia Chacín, comandaron la tropa que hizo posible crear un medio para la ciudad. Con ellos arrancaron un grupo de jóvenes y noveles periodistas, junto a profesionales de experiencia.

En un principio funcionaron en el segundo piso del viejo Cine Bolívar, ubicado frente a la plaza Bolívar, por la esquina de La Bolsa. Después se mudaron a la actual sede, arriba del Bistró, en la esquina de Gradillas, frente a la Casa del Vínculo. En su oficina, Meche, así llaman a Mercedes Chacín, suele levantar las persianas y asomarse para auscultar el ambiente de la plaza Bolívar.

A los pocos meses de su aparición, Ciudad CCS se convirtió en un fenómeno periodístico y editorial. La vieja prensa caraqueña, embustera y manipuladora, sintió el golpe. Miles de lectores cambiaron de preferencia informativa. El Especulador Precoz, de la mano de Roberto Malaver y Carola Chávez, llegó después con sus páginas de humor.

La avidez con que los ejemplares eran recibidos a boca de las estaciones del metro, las largas colas en la plaza Bolívar y la afluencia de gente en los puntos de distribución, fueron muestras palpables de la penetración lograda por Ciudad CCS en los sectores populares, entre la gente común y en alguno que otro reducto progresista de la clase media.

Una de las pruebas de que Ciudad CCS irrumpió en la ciudad con un periodismo fresco, innovador y comprometido con la verdad lo constituye la seguidilla de premios, menciones, otorgados a lo largo de estos años. Entre los reconocimientos figuran el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en varias oportunidades.

Recuerda Mercedes Chacín que Ciudad CCS nació con el objetivo de romper el silencio mediático a que estaba sometida la gestión del para entonces alcalde Jorge Rodríguez por los medios de comunicación, sobre todo los impresos.

“En esa época era visible la poca imparcialidad. Estaban El Nacional, El Universal, 2001. Con respecto a la gestión de Caracas era notoria que el alcalde hacía cosas y eso no se reflejaba en las páginas. Entonces, por eso nosotros salimos, para decir lo que hacía la gestión de la alcaldía y para comunicar esa parte de la ciudad que los grandes medios ignoraban. Afirmaban que Caracas era la ciudad más violenta del mundo. Sin desconocer el problema de la inseguridad, había una ciudad viva, se estaban haciendo cosas, se estaba trabajando, pero la cuestión de la inseguridad era lo que más resaltaban. Todavía hay gente que cree que esta es la ciudad más violenta del mundo, donde muere más gente a manos del hampa. Eso nunca ha sido verdad”, señala Mercedes Chacín, hoy directora de Ciudad CCS, de la revista Épale, y de la Fundación para la Comunicación Popular CCS, ente adscrito a la alcaldía de Caracas, en la cual gravitan y se coordinan una serie de proyectos comunicacionales.

“Cuando sale Ciudad CCS hubo necesidad de un periódico de circulación nacional, que se cubre con el Correo del Orinoco. Nosotros nos quedamos con la Gran Caracas, aunque fuimos creciendo paulatinamente, aumentando el tiraje hasta cubrir Guarenas, Guatire, Valles del Tuy, e incluso La Guaira. Llegamos a imprimir 150 mil ejemplares”, indica Meche.

Apego a la verdad

Mercedes Chacín asienta que en Ciudad CCS tienen una postura clara en cuanto a la defensa de la Revolución Bolivariana, el cuestionamiento de cómo se oculta y falsea la realidad por la prensa opositora y repudiar ese periodismo que siempre ha vivido explotando las tragedias (amarillismo) de los sectores populares.

“En el caso nuestro, desde el primer ejemplar decidimos no publicar noticias extraoficiales, esas que llevan el rótulo de supuestamente, se conoció, fuentes dignas de todo crédito. Decidimos no entrar en esa dinámica porque precisamente esa es una de las maneras fáciles de mentir. Por lo general, cuando lanzas una información extraoficial es una noticia falsa, o lo que llaman ahora “fake news”, que es más viejo que María Castaña. El problema que ahora se agrava es la facilidad con que se difunden las noticias falsas. Cuando en los medios de comunicación predominaban los impresos, eso no llegaba a mucha gente porque dependía del tiraje, pero ahora lanzas una noticia falsa y destruyes a una persona, atacas la gestión de Gobierno, atacas a la Revolución y esos se difunde con mucha facilidad. Entonces, lo que está atentando contra el periodismo es la gran cantidad de noticias falsas que se distribuyen. Ya la gente se pregunta ¿y cómo hago para saber si una noticia es o no falsa? Yo lo digo, y tengo rato diciéndolo, de Ciudad CCS pueden decir cualquier cosa, que si Ciudad Bambi, que no publicamos noticias contra el Gobierno, lo que les de la gana, pero no podrán decir que insertamos noticias falsas. Y todo lo que se dice ahí es verdad. Puede ser que no les guste lo que publicamos, pero mentira no es”.

-¿Cómo los afectó la difícil situación económica que vive el país?

-Nos afectó sobre todo con el papel. En una primera instancia con la reducción del tiraje y la periodicidad; ahora salimos dos veces a la semana. En segunda instancia la gente que se fue. Por un lado reducimos el tiraje por escasez de papel, pero porque ya no estábamos en capacidad de hacer un diario. Los problemas de cada uno de los trabajadores, los problemas de transporte, todo lo que sabemos que afecta impidió seguir saliendo diariamente, pero tenemos la página web que suple ese vacío del periódico diario. Yo creo, y es algo en lo que no he logrado convencer a todo el que tenga que convencer, que un semanario sería más útil, un semanario que investigue, profundice, que tenga más chance de verificar, más en este momento que cuando sales de tu casa sabes lo que está pasando a través del teléfono, de la TV, de la misma página web. Tenemos un pequeño tiraje, que no se acerca en nada a lo que teníamos antes, pero yo sí creo que tenemos un público allí que es fiel, que se interesa por lo que decimos. Tenemos que continuar trabajando en el periódico: que salga el impreso.

Entreayudarnos

Aunque los embates de la guerra económica los han afectado severamente, Mercedes Chacín piensa que “tirar la tolla”, como señal boxística de parar la pelea, el rendirse ante las dificultades, o simplemente esperar que a que amaine el temporal, no están entre las opciones de salida, por eso en la Fundación para la Comunicación Popular CCS se diversificaron, ampliaron sus horizontes y abrieron nuevos caminos, que entre otras variables les permitió mantener los puestos de trabajo de repartidores que quedaron cesantes cuando el periódico redujo su periodicidad.

Como parte de las iniciativas crearon la Escuela de Comunicación Popular Yanira Albornoz, en la que mediante cursos y talleres ponen las herramientas de la comunicación y el periodismo en manos de los sectores populares. En el piso 3 del edificio montaron un cultivo organopónico. Además, disponen de una cocina en la cual se elaboran platos a precios asequibles para el personal. Recientemente crearon una guardería infantil.

Más de mil personas han recibido talleres de todo tipo en la escuela de comunicación. Se incluyen cursos de redacción de noticias, de locución. Dictan talleres de diseño gráfico, de fotografía.

“Hay una batería de cursos a precios accesibles”, refiere Meche. “Tenemos una buena acogida, y un buen numero de graduados. En la Comuna los Altos de Lídice, en La Pastora, hicimos un taller de fotografía con niños y adolescentes. Graduamos a 30 chamos. El jefe de fotografía nuestro, Bernardo Suárez, el que dio el taller, los enseñó a contar historias con ese material. Queremos que la escuela salga a las comunidades a dar clases. Es una tarea que tenemos pendiente. Ahí vamos”.

En la semana organizan conversatorios en los que se analizan diversos tópicos afines al periodismo, la solidaridad y el humor mediante el “Doctorado del humor Aquiles Nazoa”, que ha tenido buena acogida.

Otro proyecto en el cual apuestan con entusiasmo es la retoma de la campaña “Convivir para vivir”. Ya están trabajando en la redacción de un manual para la convivencia urbana entre caraqueños y caraqueñas. Un equipo que encabeza José Roberto Duque tiene la responsabilidad de confeccionar el manual.

“Vamos a consultar a las comunidades acerca de nuestra hoja de ruta para recibir sus aportes y qué propondrían para hacer efectiva la convivencia urbana. También tiene que ver con un documental.

Creemos que de esa campaña “Convivir para vivir” podemos rescatar algunos valores que pudieran estar siendo olvidados por las crisis. Como dice Simón Rodríguez, y como dice uno de los principios de la campaña, tenemos que entreayudarnos y no entredestruirnos”, reitera.

Tiempo para construir

-¿Mercedes Chacín cree que el periodismo impreso tiene los días contados ?

-Siempre digo que hay que hacer un esfuerzo por mantener impreso todo lo que se pueda, porque ¿cómo queda registrada la historia si se apagan todas las computadoras, se cae internet. ¿Te imaginas cómo se puede hacer para que esto que estamos viviendo lo puedan ver dentro de cien años?

-Lo metes en un pendrive…

-Ajá, pero, ¿dónde lo ves? Por el Correo del Orinoco nos informamos del pasado porque está impreso. El papel es algo que sobrevive al paso del tiempo.

-No le cae virus, ni se descarga…

-No necesitas electricidad. No se descarga. Entonces, creo que el impreso no debe morir, aunque da lastima con los árboles que talas para fabricar el papel.

-¿El periódico no debería, en vez de transmitir información ,poner énfasis en transmitir conocimiento?

-Claro, es lo que decía del semanario, que permite profundizar. La palabra escrita es muy valiosa. Requiere pensar más. Hemos comprobado que la palabra escrita es la que trasciende, más allá de la tradición oral.

-Además hay historias que encajan mejor con la palabra escrita. Las cosas que se llevan por dentro no las refleja ningún aparato….

-Y la palabra escrita es más íntima.

-¿Usted se imagina un trabajo sobre Juan Félix Sánchez (el tallista del Tisure) por las redes sociales?

-También la imagen es importante, pero lo que trasciende es la palabra escrita.

-¿Cómo te sientes aquí y ahora en este tiempo?

-Yo creo que es un momento para construir, para crear, para hacer cosas que ayuden a los demás. Es un momento para la solidaridad. Es un momento para decir y para hacer. En estos tiempos de crisis es cuando más necesitamos apelar a nuestra creatividad. Quienes nos quedamos aquí, nos quedamos construyendo. Eso es lo que tratamos de hacer aquí: construir. No nos queda más salida. Andamos en eso, inventando.

T/ Manuel Abrizo
F/ Cortesía Ciudad CCS, Alejandro Angulo, Javier Campos