Durante un acto con donantes del Partido Demócrata en Nueva York (Estados Unidos), Hillary Clinton ha asegurado que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, «dirigió en persona» los ‘hackeos’ de los correos electrónicos de su formación política, informa ‘The New York Times’.
La candidata demócrata ha asegurado que el mandatario ruso realizó esos ataques «contra nuestra democracia» por «el rencor personal» que le guarda desde 2011, cuando esta antigua secretaria de Estado norteamericana expresó sus «serias preocupaciones» sobre la legitimidad de las elecciones presidenciales rusas.
Ante un colectivo que invirtió alrededor de 1.000 millones de dólares en su campaña electoral, Clinton se congratuló de que «finalmente» los medios de comunicación se haya puesto «al día» sobre unos hechos que trató de comunicar «desesperadamente» durante los últimos meses.
ACUSACIONES «INDECENTES»
Como no existen evidencias para avalar estas acusaciones, este viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado que EEUU debe presentar pruebas sobre la intervención de Rusia en esos ciberataques o, de lo contrario, dejar de lanzar acusaciones «indecentes».
También hoy, el todavía presidente de EEUU, Barack Obama, ha prometido tomar medidas contra Rusia por su presunta interferencia cibernética, aunque no ha comentado los posibles motivos de Moscú, sino que ha valorado que su objetivo fue «crear más problemas para la campaña de Clinton de los que generó para la campaña de Donald Trump».
OTRA VEZ LO HAN HECHO LOS RUSOS, ¿O NO?
Como estas acusaciones también ponen en duda la legitimidad de la victoria de Donald Trump, sus partidarios expresan su indignación. Así, el director de Comunicación del Comité Nacional Republicano, Sean Spicer, ha asegurado que las especulaciones sobre las injerencias de Rusia forman parte de los intentos de los demócratas de poner en duda los resultados de las elecciones estadounidenses, informa la agencia TASS.
Recientemente, han surgido informaciones que desmienten que los rusos quienes organizaron esos ‘hackeos’, como las declaraciones de Craig Murray, exembajador británico en Uzbekistán y activista de WikiLeaks, quien aseguró que la fuente de la filtración de los correos de Clinton fue un intermediario y que él mismo tuvo en sus manos esa información en septiembre. De este modo, Murray subrayó que no fueron datos pirateados, sino de «filtraciones desde dentro», y se preguntó por qué la CIA asegura que esa información llegó de ‘hackers’ rusos «cuando debería saber que no es verdad».
F/RT
F/Reuters