El Centro Nacional de Fotografía (CNF) condenó la publicación del diario El Nacional, del pasado viernes, donde apareció en primera plana la fotografía de un grupo de cadáveres en la morgue de Bello Monte. El instituto“rechaza categóricamente la manipulación de la imagen periodística, de los cuales hace uso este diario nos sumamos a la opinión pública nacional e internacional que condena este tipo de manejo y procedimiento periodístico no ético”, expuso su presidente, Alejandro Oramas.
La máxima autoridad del CNF informó además que se tiene previsto realizar una serie de foros y otros eventos para crear espacios de discusión sobre la manipulación mediática, la ética en la fotografía, especialmente de los reporteros gráficos. Los temas puntuales a tratar serían -además de la ética profesional- la discriminación y representación de géneros en la publicidad y la alienación a través de las promociones de productos y servicios.
“No podemos vivir en una sociedad donde no existan unas normas. Cuando hablamos de ética no es una cuestión de censura, como se está tratando de manejar ahora, porque la segunda fase del discurso, busca la convalidación del hecho delictivo, que representó la publicación de esa fotografía inmoral. Ahora quieren señalar el procedimiento legal como un atentado a la libertad de expresión”, señaló el funcionario.
Oramas citó a la editora gráfica del diario El País, de España, que para él es una publicación referencial para El Nacional. “Esta dama dice que ‘la fotografía, como la crónica escrita, es una forma de contar lo que ocurre (…) no deben ser vejatorias, desagradables o morbosas, que no ofendan ni a los muertos ni a los vivos.(…) Hemos intentado explicar la desgracias evitando imágenes que hagan apartar la vista porque cuando eso ocurre ya no comunicas, sólo provocas rechazo’. Si es verdad que ellos buscan sensibilizar, con esa imagen no lo van a conseguir, al contrario”, destacó el fotógrafo, quien también citó una frase del libro Ante el dolor de los demás, de Susan Sontag: “En un mundo en que la fotografía está al ilustre servicio de las manipulaciones consumistas, no hay efecto que la fotografía de una escena lúgubre pueda dar por sentado”.
En un breve análisis, Alejandro Oramas señaló algunos elementos que demuestran la inconsistencia de la nota del periódico en cuestión. “El encabezado habla de unas cifras de armas ilegales, el lead (encabezado) se refiere a la edad de la mayoría de las víctimas y la leyenda dice que la foto fue tomada en diciembre pasado. ¡Para ilustrar un trabajo de agosto de 2010! La publicación denota el grado de descomposición profesional que tiene el diario, no por sus periodistas, sino por la irresponsabilidad de quien dicta la linea editorial”, opinó.
“Yo quisiera saber qué dice la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a cerca de la publicación de esa imagen. ¿Qué dirán los editores del Washintong Post?, por ejemplo. ¿Por qué no se pronuncia ahora la Iglesia con respecto a esa foto que muestra degradación y maltrato al ser humano? Ellos que deberían ser los llamados a preservar los principios morales y éticos de la sociedad”, se cuestiona Oramas, quien insta a reflexionar sobre la integridad ética de su profesión y responsabilidad ante el mundo.