Tenía esto atarugado en el cuello y hoy lo tengo que decir: en los últimos meses he compartido con gente de diversos colectivos y es verdad: ¡están armados!
Karelys Reyes, líder del Colectivo Socioambiental Marahuaka, está armada con semillas de casi 200 especies vegetales entre las que se encuentran árboles grandes, plantas alimenticias y ornamentales.
Me mostró el prolífico semillero escolar que el Colectivo ha levantado junto a los niños de la Escuela Bolivariana José Agustín Marquiegui, en Caricuao, y que ha dado apoyo a la Misión Árbol.
Luz Nevada era una perrita abandonada y hoy es la mascota de la escuela. Su nombre hace honor al perro de Bolívar porque, justamente, la gente de Marahuaka también es voluntaria de la Misión Nevado en la zona de Caricuao.
Cada cierto tiempo ese Colectivo sale a las calles armado con jeringas y guantes de látex, a vacunar perros y gatos.
Jesús García es miembro del Colectivo Antimantuanos, que tiene su guarida en Lídice. Armados con la palabra y una sólida conciencia de clase, salen todos los días a “compartir los saberes con Raquel y todo aquél”, dice García.
Y no pueden ver un muro pagando porque lo atacan a punta de brocha, lata, pintura y pincel, para llenarlo de mensajes e imágenes que recuerden los objetivos de nuestra Revolución.
“Los Antimantuanos” no solo trabajan por su zona: invadieron el liceo Agustín Aveledo, en La Pastora, y se la pasan llevando gente que comparta con los estudiantes sus conocimientos sobre fotografía, diseño, educación sexual, agricultura urbana, música, y cuanto se les atraviese por el camino.
Los estudiantes reciben a la visita curiosos por aprender, y se despiden esperando una próxima visita.
Revolución es pensar en colectivo. Y, aunque aquellos andan locos, nosotros seguimos tranquilos. ¡Armados de paciencia!