Comando Sur se despliega en Centroamérica y el Caribe

Mientras los habitantes de las Islas Vírgenes estadounidenses permanecían hasta el martes 12 de septiembre sin recibir atención, más de 300 marines apostados en Honduras fueron “puestos a disposición” para movilizarse y brindar apoyo en la zona a solicitud de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

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El martes 12 de septiembre, medios estadounidenses reseñaban que el territorio de Islas Vírgenes de ese país había quedado devastado desde el fin de semana cuando pasó el Huracán Irma, pero hasta ese momento no había recibido asistencia.

Un testimonio divulgado por el Nuevo Herald, que por cierto no es ningún diario progresista, indicó que la población de ese lugar se sintió totalmente desasistida, como si su Gobierno los hubiese olvidado.

Las Islas Vírgenes tienen alrededor de 100.000 habitantes, que quedaron prácticamente a su suerte, incomunicados, aislados e ignorados incluso por la mediática. Según narró el mencionado diario, la gente estaba muy preocupada porque resultaban invisibles “ante los daños sufridos en el territorio continental”.

Cientos de casas y hoteles, fueron afectados para una economía que se sostiene del turismo y de la pesca principalmente. “En St. Thomas y St. John, otrora islas y parques nacionales que eran vergeles, apenas queda vegetación en pie y se ven pedazos de vehículos y embarcaciones colgando de líneas eléctricas muertas”, indican los testimonios.

El hospital principal de St. John perdió gran parte de su techo y fue convertido en un refugio para trabajadores de la salud que también perdieron sus viviendas pero continuaron atendiendo a los afectados.

“La FEMA y otras agencias federales han hecho un gran esfuerzo por evacuar a miles de turistas atrapados y llevar suministros a las islas. La división de San Juan del FBI ofrecía servicios de seguridad en los puertos en St. John y St. Thomas. Pero la falta de comunicación con el mundo exterior ha convertido cada comunidad en un eco aislado que refuerza la idea de que tienen que arreglárselas solos.

Reportes y rumores de saqueos, incendios intencionales y pandillas de hombres armados que asaltan a los turistas solo ha hecho subir el nivel de tensión”, explicó el NH.

Un joven profesional Matt Gyuraki, tras descargar donaciones de agua y alimentos que llegaban en aviones privados, declaró a la prensa ante lo que consideró una falta de esfuerzos coordinados del Gobierno Federal para atender a los estadounidenses en las islas: “Parece que somos el hijo bastardo de Estados Unidos y nadie nos quiere ayudar”.

Otro testimonio recogido fue el del empresario Steve Boswell, de 34 años, quien perdió dos restaurantes, su negocio de flete de embarcaciones y su armería en St. Thomas, pero cuando empezaron los saqueos logró fletar un yate priado que lo llevara con sus dos perros a Puerto Rico. Boswell dijo al narrar lo que vivió y cómo pudo salir del sitio, que le preocupaba que no hubiera una operación de evacuación y rescate a gran escala en las islas.

Pese a lo bien que maneja el tema de la “ayuda humanitaria” el temido Comando Sur, parece que es para aplicarla fuera y no dentro del territorio estadounidense. Un caos completo reinó en las Islas Vírgenes, pues mientras voluntarios buscaban evacuar a los damnificados, los rumores de saqueos y la inseguridad llevaron a la policía local a decretar un toque de queda de 18 horas al día que entorpecía aún más las ya difíciles labores de rescate en comunidades incomunicadas.

Sin embargo, los 300 marines “destacados” en Honduras están prestos a movilizarse para atender a San Martín a solicitud de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, expresó en su portal el Comando Sur.

Recientemente se filtró a los “medios alternativos” una supuesta versión de un informe según la cual el Ministerio de Defensa ruso, estaría alertando sobre una posible invasión a Venezuela por parte de EEUU y fuerzas aliadas regionales para la primera semana de noviembre.

La información, que pareciera ser una “fake news” puesta a circular por “analistas” de la teoría de la conspiración, asegura que durante AMAZONLOG17, que ya se inició en Brasil con participación de 16 países y constituye el ejercicio multilateral militar más grande y jamás realizado en Suramérica, en su última fase prevista entre el 6 y el 13 de noviembre, se incluiría una operación activa en Tabatinga, Amazonía brasilera, desde donde se podría eventualmente invadir a Venezuela desde Colombia.

En el supuesto informe filtrado se indicaba también, que EEUU ha movilizado equipos de guerra por todo el Caribe y Centroamérica con la excusa de prestar ayuda humanitaria a víctimas de los recientes huracanes. Allí se señala que es poca la ayuda que ha llegado ante la devastación, pero que el Comando Sur y el Pentágono han gastado mucho dinero movilizando tropas y aeronaves especializadas para la guerra cuya hora de vuelo se calcula en más de 60 mil dólares, cuando pueden usar equipos destinados específicamente para tareas humanitarias a un costo de 6 mil dólares la hora de vuelo.

Si es cierto o falso el “filtrado” informe, lo que sí es seguro es que la tragedia natural provocada por los huracanes ha sido la excusa perfecta para lo que podría ser una militarización velada del hemisferio encabezada por el Comando Sur.

También ayer miércoles, se dio a conocer por la prensa argentina que el pasado jueves jueves 7 de septiembre, el Senado de ese país preaprobó el proyecto enviado por el Ministerio de Defensa (a propuesta de la Armada Argentina) de permitir el ingreso de tropas norteamericanas al territorio nacional para llevar adelante un ejercicio combinado denominado “Cormoran”.

En el documento de los ejercicios se detalla que las maniobras serán en las bases aeronavales “Almirante Zar” de Trelew (Chubut) y “Comandante Espora” en Bahía Blanca (Buenos Aires).

También se precisa que dichas tareas serán entre los meses de septiembre y octubre, con tres aeronaves: una P3B Orion de Argentina (con 16 tripulantes) y dos P3C Orion de Estados Unidos con hasta 30 tripulantes, según lo dio a conocer el sitio Pulso de los Pueblos.

Visto de esta manera, sin duda en los meses de septiembre, octubre y noviembre existirá una presencia militar inusual de EEUU en territorio latinoamericano en actividades de “cooperación”, “asistencia humanitaria” y “lucha contra el narcotráfico”, tres excusas que manejan muy bien los voceros del Departamento de Estado y el mismo presidente Trump para intervenir en el caso Venezuela.

T/Modaira Rubio-Twitter:@modairarubio
F/Comando Sur