Por José Avila|Combustibles y revolución fiscal, ¡qué se abra el debate! (Opinión)

El presidente Nicolás Maduro ha convocado a un debate nacional para abordar un tema álgido y sensible para toda la Nación: un potencial y necesario ajuste al precio de los combustibles en el mercado interno.

Para efectos didácticos es preciso acotar la diferencia entre aumento y ajuste: no se trata de un capricho semántico. Es un asunto de fondo.

La lógica neoliberal cuando aborda el tema califica el asunto de aumento y de las implicaciones sociales y azuzan la insurrección, rememorando El Caracazo y emprenden su campana de terror.

Los politiqueros de oficio hablan de aumento, olvidando que este término corresponde a la lógica del capital, pues cuando el capitalismo establece aumento de precios a cualquier bien o servicio lo hacen desde la perspectiva especulativa y procurando la máxima ganancia.

Ejecutan aumentos aun cuando sus precios generen utilidad, sacrifican el bien común, van directo a un particular, destruyen el poder adquisitivo y son generadores de pobreza, esa es la lógica de un aumento cuando lo aborda un neoliberal.

Por el contrario, nuestro modelo en desarrollo habla de ajuste y cuando se ejecuta es para buscar los necesarios equilibrios sociales.

En el caso de los combustibles nos proponemos asegurar que los subsidios lleguen al pueblo y no vayan a las manos de las mafias contrabandistas. En este caso buscamos erradicar y abatir el contrabando que enriquece a los mafiosos y sus defensores en el campo político. Persigue este ajuste abatir el derroche energético del cual es víctima nuestro país, ya hemos comprobado que estamos derrochando energía si no nos comparamos con otros como Brasil.

El ajuste no sacrifica el bienestar social, por el contrario lo aumenta y así lo demuestra la inmensa inversión social. Este ajuste procura el ahorro energético y la posibilidad de nuevos ingresos por divisas. Este ajuste ya tiene un destino propuesto por el presidente Nicolás Maduro y va a expandir el bienestar social.

Nuestra Revolución tiene los argumentos objetivos para defender los justos y necesarios ajustes que se hagan, pues nos avalan 16 años de defensa del poder adquisitivo de todas y todos venezolanos. Este argumento es irrebatible.

Quienes se oponen a este debate con elementos objetivos algo ocultan, quienes desvían las razones de fondo, conspiran y quienes manipulan lo hacen con fines innobles y pueden llegar a estar en la frontera de la complicidad.

Los ajustes garantizan que sigamos abatiendo la pobreza, incorporar nuevos pensionados, construir mas escuelas, mas casas y fortalecer nuestro sistema de transporte público, además de contribuir a la diversificación de nuestra economía.

Como pueblo no podemos seguir aprobando que nos quemamos 700 mil barriles días de combustible en el mercado interno, casi a escala de Brasil, que el país pierda el costo de oportunidad y que los contrabandistas se lleven 100 mil barriles días para enriquecerse.

¡Nada justifica continuar regalando la gasolina!

Hay una doble moral en quienes se oponen a este justo y necesario debate, hicieron mutis ante el inconsulto aumento -porque eso sí fue un aumento- que recientemente realizaron las operadoras de telefonía celular, operadores de televisión por cable y satélite, así como el ajuste de alimentos y bebidas.

¿Quién puede afirmar que producir 60 litros de gasolina, esté al nivel de una botella de 355 mililitros de agua? ¿Quién justifica que un Toronto cueste lo mismo que llenar un tanque de combustible de 60 litros?

Nuestro pueblo ha fortalecido su poder adquisitivo y lo seguirá aumentando en la medida que capturemos los necesarios recursos, no solo por esta vía, sino por la revolución fiscal que hará que los que mas tienen y ganan paguen mas impuestos. ¿Cómo es eso que Banca y Seguros, una actividad que se lucra de la especulación financiera, esté pagando una tasa de ISLR tan baja?

Venezuela en materia de recaudación fiscal está detrás del resto de Latinoamérica por lo que es necesaria una revolución en ese campo.

¡La derecha no nos va a chantajear con sus falaces argumentos, vamos a dar esta batalla, en medio de esta guerra económica y la vamos a ganar!

¡Qué se abra el debate!

rafaelavila89@gmail.com