Cultoras y cultores de esta disciplina se reunieron en el teatro Alameda|Comenzaron jornadas de debate sobre la economía cultural en el para la danza

Reinaldo Mijares, Casimira Monasterios, Oswaldo Marchionda y Wilmer Álvarez

Como parte de una serie de foros y discusiones promovidos por el ministerio para la Cultura con el propósito de impulsar el ámbito económico y socioproductivo vinculado con las distintas áreas de este sector, la tarde del pasado jueves se realizó en el teatro Alameda, en Caracas, un primer encuentro de creadoras, creadores y comunidad en general ligada a la disciplina artística de la danza.

El coordinador de estrategia de la Fundación Compañía Nacional de Danza (CND), Wilmer Álvarez, detalló al Correo del Orinoco que el objetivo de este primer encuero fue impulsar un acercamiento previo entre los entes involucrados con el mundo de la danza y así comenzar a trabajar en conjunto sobre posibles metodologías que permitan dibujar un diagnóstico integral del sector danza.

Con base en este diagnóstico se espera trazar estrategias y políticas dirigidas a potenciar la economía cultural, específicamente desde la danza, y sumarse así a otras iniciativas similares que ya se están discutiendo en otros sub sectores como el del libro, la artesanía y la música, entre otros en los cuales están participando individualidades, colectivos e instituciones tanto públicas como privadas.

Álvarez mencionó que ya en otras oportunidades representes públicos y privados se han trabajado en conjunto para trazar políticas públicas en el área de la Danza. No obstante, reconoció, estos encuentro se realizaron en otro contexto y considerando otros objetivos que contemplaban el tema económico de manera tangencial.

No obstante, en consideración de Álvarez, los resultados de aquellas discusiones, junto con lo planteado en el Foro Internacional de Economía Cultural realizado hace aproximadamente un mes en nuestro país, se puede articular elementos suficientes para fundamentar un nuevo debate en función de potenciar la danza como actividad socioproductiva que incluso pueda construir una oferta exportable para la generación de divisas.

En esas reuniones previas realizadas en diferentes momentos de los últimos cinco años aproximadamente “se replanteó la relación de las instituciones estatales con los cultores, bailarines y agrupaciones de danza y manifestaron que se sentían desamparados por parte de Estado. Es poco a poco lo hemos superado y, entre otras cosas implementamos una estrategia de coproducciones en las que la CND aportaba recursos económicos, materiales o equipo humano”, comentó Álvarez.

Ahora, en opinión del coordinador, es necesario profundizar aún mas esas políticas que buscan cambiar el concepto de un Estado paternalista por unas relaciones colaborativas que permita no solo la autogestión del sector danza, sino además la generación de riquezas para superar las complejidades económicas que vive el país en la actualidad.

TODOS JUNTOS

Si bien el CND tiene algunas propuestas para comenzar a dinamizar la economía cultural en la disciplina de la danza, Wilmer Álvarez expuso la necesidad de escuchar y debatir en conjunto absolutamente todas las ideas e iniciativas de la totalidad de los entes involucrados en este sector.

En este orden de ideas y para sistematizar el debate, el coordinador adelantó que tienen previsto realizar al menos tres reuniones y encuentros temáticos con sectores específicos. El primero estará dedicado exclusivamente a la producción, mientras que para el segundo se convocará a las individualidades colectivos e instituciones relacionadas directamente con los insumos que hacen posible la actividad dancística. “estamos hablando de la gente que hace, distribuye y comercializa bienes como el calzado, el vestuario y elementos de escenografía, entre otros”, aclaró.

Un tercer encuentro con las escuelas de danza tanto públicos como privadas, para compartir y discutir posibles experiencias o propuestas en torno a proyectos o actividades socioproductivas desde la formación.

“El momento actual exige la participación de todos los sectores de la danza, tanto públicos como privados para ver de qué manera podemos aportar al aparato económico nacional. Em este sentido en la CND lo que queremos es escuchar las propuestas e ideas, más que exponer las que tenemos y debemos discutir entre todos”, insistió Álvarez.

Como parte de sus propuestas iniciales el CND tienen algunos proyectos que involucran al ministerio para la Industria, entre otras instituciones del Ejecutivo, para trabajar en lo referente a los insumos materiales necesario para la danza.

NECESIDAD DE CAMBIAR

Entre quienes participaron en esta oportunidad desde la tarima del teatro Alameda se encontraban la historiadora, docente y especialista en danza tradicional, Casimira Monasterios, así como los investigadores bailarines y coreógrafos Reinaldo Mijares y Oswaldo Marchionda.

En consideración de Mijares, hasta ahora se hacía referencia a la economía y la industria cultural “como algo de lo que debían ocuparse otros que pretendían lucrarse de ese, asumiendo que quienes se manifiestan por medio de actos recreativos y simbólicos no deberían hablar de ello. Parece que llega el momento de romper con esas parcelas o muros para reflexionar y encontramos para el hacer y rehacer en la danza desde otras formas y otros formatos”, reflexionó

En este sentido el especialista señaló como una dificultad y una necesidad de cambiar las formas y conceptos con los que se ha trabajado hasta ahora y buscar, siempre en conjunto, “nuevos derroteros y trazarnos nuevas metas” en las cuales se considere lo económico y la generación de divisas “desde nuestras potencialidades”, advirtió el coreógrafo.

“Es difícil romper con lo ya aprendido e incuso es difícil mantener lo aprendido y abrir un espacio para nuevas formas” de creación en la danza que contemplen o involucren la dinámica económica”, reconoció el cultor.

Mijares también señaló como imprescindible la creación de un “triángulo de trabajo para la gestión” de la economía cultural en la danza entre las agrupaciones del poder popular organizado, las instituciones del Estado, “no solamente el ministerio para la Cultura sino otras relacionadas con el área económica y productiva” y las entidades privadas que aporten a la gestión cultural.

T/Luis Jesús González Cova
F/Joel Aranguren