El presidente de México, Felipe Calderón, dará inicio este lunes a la 16° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-16), con la presencia de delegaciones de 194 países y más de 25 mil personas, “para crear medidas urgentes contra el calentamiento global”.
El evento comenzará con comités de expertos y en los próximos días incrementarán su nivel hasta llegar al ministerial con la presencia de unos 20 Jefes de Estado. Entre los países latinoamericanos que han anunciado su presencia figuran el de Venezuela, Hugo Chávez; el de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva; el de Bolivia, Evo Morales y el de Ecuador, Rafael Correa.
También asistirán los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos; de Guatemala, Álvaro Colom y de Costa Rica, Laura Chinchilla.
La cita, que se realiza en la ciudad balnerario de Cancún, se extenderá hasta el 10 de diciembre. Se espera que las negociaciones permitan la creación de un acuerdo aceptable en cuatro aspectos: medidas contra el calentamiento global, transferencia de tecnologías «limpias» de los países ricos hacia los pobres y la creación de un fondo para asegurar el financiamiento de las operaciones a largo plazo.
Los participantes desarrollarán los temas en dos grupos de trabajo. El primero, relacionado con el Programa de Cooperación de Largo Plazo, y el segundo, con lo que seguirá después del Protocolo de Kyoto, que vence en 2012.
BRASIL SIN GRANDES ESPERANZAS
El director del Departamento de Medio Ambiente del Ministerio brasileño de Relaciones Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, señaló que no se pueden esperar grandes acuerdos o decisiones de la COP-16 de Cancún. Considera que la Cumbre tendrá un carácter menos legislativo que su antecesora, la COP-15, efectuada en Copenhague, Dinamarca, en diciembre de 2009.
Refirió que la reglamentación del mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación debe avanzar en los debates de la COP-16 y vaticinó que puede ser el único punto de la negociación climática que se concluirá en el balneario mexicano.
Acerca de la posibilidad de la eliminación del Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 por la mayoría de las naciones del mundo, indicó que «significaría tener que recomenzar la negociación de reglas internacionales, lo cual sería una pérdida de tiempo delante de la urgencia de los cambios climáticos».