La comisión de la Cámara Baja que investiga el asalto al Capitolio estadounidense considera pedir al Departamento de Justicia (DOJ) que presente al menos tres cargos penales contra el expresidente Donald Trump (2017-2021).
De acuerdo con el canal CNN, las posibles imputaciones incluyen obstrucción de un procedimiento oficial, conspiración para defraudar al Gobierno federal e insurrección.
Sin embargo, las recomendaciones de referencia serán dadas a conocer oficialmente en una reunión del panel el lunes próximo.
El 6 de enero de 2021 cientos de simpatizantes de Trump atacaron el Capitolio federal para detener la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020, insurrección que ocasionó cinco muertos y más de 140 policías resultaron heridos.
La Cámara de Representantes reunió una comisión que investiga los hechos y el próximo miércoles tiene previsto presentar su informe final, que incluye declaraciones de más de mil testigos.
El grupo dijo la semana pasada que está dispuesto a compartir información con el DOJ sobre sus pesquisas, aunque las partes estuvieron en desacuerdo durante el último año y medio, e incluso el comité rechazó en mayo una petición de la agencia gubernamental para acceder a las transcripciones de sus entrevistas.
Sin embargo, el impacto que podrían tener las referencias de esa instancia legislativa sigue sin estar claro, porque la investigación del Departamento de Justicia ya revisa a Trump en su extensa investigación sobre el 6 de enero, recordó la televisora.
Además, el DOJ indaga sobre la retención del magnate de documentos clasificados en su mansión Mar-a-Lago, a más de un año de abandonar el Despacho Oval.
Hay sospechas de una investigación cada vez más agresiva por parte del fiscal especial Jack Smith, así como por la realidad de un calendario que ofrece un tiempo limitado, pues en noviembre el exmandatario lanzó su candidatura para la reelección y cualquier posible imputación debería ser antes de que la campaña de 2024 esté en apogeo.
Como indica CNN, cualquier decisión de acusar al neoyorquino desencadenaría una furiosa reacción política, y dado que el movimiento en respaldo al exgobernante ya mostró que ve la violencia como una herramienta legítima, las cosas podrían ponerse especialmente peligrosas.