Los representantes del Comité de Víctimas de las Guarimbas, Desiré Cabrera y Luis Durán presentaron a altos funcionarios en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) , pruebas de lo ocurrido durante los disturbios provocados por la violencia opositora durante la operación golpista La Salida, que dejaron 43 muertos, entre ellos varios agentes de la fuerza pública, y 800 heridos.
“Entregamos testimonios, fotos y videos sobre los hechos, porque hay mucha manipulación mediática, en un intento de colocar a los victimarios como víctimas”, explicó Cabrera en entrevista con Prensa Latina y Telesur, después de conversar con el jefe del Gabinete del Secretario General, Edmond Mulet, y el asistente para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic.
De acuerdo con la activista, cuya hija estuvo a punto de morir en un incendio intencional en una guardería, la Ley de Amnistía aprobada por la mayoría adeco-burguesa en la Asamblea Nacional (AN) y declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo, apunta a generar impunidad ante estos crímenes.
“Nadie nos tomó en cuenta para esa Ley, que pretende dejar en libertad a responsables de incitar a la violencia como vía para llegar al poder”, denunció.
Cabrera señaló que han viajado a Argentina, Bélgica, Bolivia, Chile, Ecuador, Francia, Suiza, Uruguay y otros países para exponer eventos que la gran prensa oculta o manipula.
“También nos reunimos con la Unión Europea y el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, sin que tengamos respuestas hasta ahora”, dijo Cabera.
Por su parte, Durán opinó que muchos en el mundo no conocen la verdad, y que divulgarla constituye una urgencia, para evitar la repetición de tanto sufrimiento.
“Solo la justicia puede impedir que vuelva a darse en Venezuela el empleo de tácticas de guerra contra la población civil”, expuso el nativo de Maracaibo, en el occidental estado de Zulia, quien en 2014 perdió a un hijo en Caracas, asesinado con una trampa colocada por opositores.
Durán criticó la Ley de Amnistía y las campañas para liberar a Leopoldo López y otros condenados por su responsabilidad en lo ocurrido.
«Se trata de políticos presos por sus crímenes, no de presos políticos», afirmó.
Para el activista, la divulgación de la verdad y la presentación de pruebas a nivel internacional resultan cada vez más importantes, porque los sectores violentos venezolanos siguen interesados en las llamadas guarimbas.
«Lo vimos hace poco en San Cristóbal, estado de Táchira, parece que hay algunos que disfrutan sembrado muerte y dolor entre los compatriotas», subrayó.
Cabrera y Durán estuvieron acompañados en la sede de la ONU por el embajador venezolano aquí, Rafael Ramírez, quien aseguró que continuarán los esfuerzos para dar a conocer la verdad de lo sucedido.
Ramírez rechazó la manipulación en el tema de los derechos humanos y calificó de desproporcionada la cobertura mediática acerca de su país.
Respecto a los hechos de 2013 y 2014, cuestionó que los victimarios reciban apoyo y atención, mientras los afectados directos por su violencia no cuenten con espacios en la gran prensa.
El diplomático también deploró la injerencia en los asuntos internos de Venezuela y pidió respeto para la soberanía de la nación sudamericana.
Los problemas de los venezolanos debemos resolverlos los venezolanos, quienes contamos con los mecanismos constitucionales y las instituciones necesarias para hacerlo, sentenció.